La exposición a la violencia o el exceso de noticias sobre estos temas puede perjudicar la salud mental y física.
Informarse no está mal, intoxicarse con noticias sí. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya habla de la infoxicación, es decir, el exceso de información que recibimos a diario y más cuando una persona pasa casi siete horas diarias en redes sociales.
En consecuencia, esta sobrecarga abruma, cansa y desemboca en problemas que pueden estar afectando tu salud mental y física.
La ONU explica que la exposición a la violencia suele ser algo traumático y puede evocar respuestas tóxicas al estrés, que causan daños fisiológicos y psicológicos inmediatos y a largo plazo.
“El impacto de la violencia en el desarrollo del cerebro infantil es especialmente preocupante, sobre todo cuando la exposición a la violencia es prolongada, ya que está vinculada con los consiguientes trastornos emocionales y de comportamiento, así como con problemas de salud, educativos y sociales”, señala la ONU.
Entre las consecuencias de la violencia se cuentan la depresión, los trastornos por estrés postraumático, los trastornos límite de la personalidad, la ansiedad, el abuso de sustancias, los trastornos del sueño, los problemas alimenticios y el suicidio.
En Ecuador, donden los niveles de violencia están disparados (enero de 2025 fue el mes más violento y 2023 fue el año más violento de la historia del país), no es descabellado pensar que los trastornos como depresión y estrés aumentan, por lo cual es necesario reconocer señales de alerta y hacer cambios en la rutina diaria para evitar el mal moderno de la infoxicación.
¿Cómo evitar que las noticias y la violencia causen problemas de salud mental?
Si tienes alguna de las señales de ansiedad, depresión o estrés traumático (ver recuadro), toma medidas que pueden ir desde cambios en la rutina hasta ir al psicólogo.
Para empezar, limita el tiempo de exposición a redes y noticias. Prueba con horarios específicos para revisar las noticias, no lo hagas de manera compulsiva a lo largo del día. Esto puede ayudar a reducir el impacto emocional.
Elegir fuentes confiables: consumir información de medios equilibrados y de confianza evitará que caigas en páginas que suelen ser trolls de movimientos políticos que inventan información, con fines de desestabilización.
Realiza pausas digitales: desconéctate de internet y haz algo distinto como ejercicio, leer, oír música o ver películas de géneros como comedia.
Evita, en redes sociales, consumir noticias alarmistas o sensacionalistas, así tu algoritmo evitará mostrarte este tipo de contenido.
Señales de ansiedad o estrés traumático
Presión en el pecho o fuertes palpitaciones y taquicardia.
Sudoración y temblores del cuerpo.
Tensión muscular o fuertes dolores de espalda.
Fatiga constante, mucho sueño.
Falta de sueño.
Preocupación excesiva y constante.
Dificultad para concentrarse.
Miedo incontrolable y constante.
Aislamiento.
Hipervigilancia: la persona permanece en estado de máxima alerta, siempre se siente en peligro.
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Sentimientos de desesperanza.
“El impacto de la violencia en la salud mental no es el mismo durante toda la vida, perdura hasta la edad adulta y puede transmitirse de una generación a otra”, OMS.
Un 62% de ecuatorianos revisa su celular al despertar, según una encuesta de ‘Click Research Ec’. Esto perjudica la salud.