La liberalización de la súper y el aumento de los precios de las otras gasolinas frenaron el contrabando y el gasto público.
Con corte a febrero de 2022, el consumo interno de combustibles, dentro los últimos 12 meses, fue de 101 millones de galones de súper, 1.410 millones de diésel y 1.095 millones de extra y eco.
Antes de la pandemia, es decir, tres años atrás, el consumo de extra y diésel estaba en casi los mismos niveles; pero en el caso de la súper, se llegaba a los 166 millones.
En otras palabras, con un precio en franca tendencia al alza, y que llegó a un piso mínimo de $4,66 por galón desde el 12 de abril de 2022, se dejaron de consumir 65 millones de galones de la gasolina de mayor octanaje y calidad.
Rodolfo Espinosa, ingeniero petrolero, explicó que si hay menor consumo de gasolina súper, pero no hay mayor demanda de otros combustibles, todo apunta a que en realidad se iba de contrabando hacia los países vecinos.
“Con un precio de casi $5, la venta de la gasolina súper ecuatoriana dejó de ser negocio en Colombia y Perú, por lo que solo en los primeros tres meses del año se frenó la fuga de al menos $240 millones de ese combustible. Además, deja claro que la verdadera demanda no supera el 3% del mercado interno de combustibles”, dijo.
Sin embargo, a pesar de que su precio aumentó en más del doble antes de la decisión del congelamiento de octubre de 2021, todavía sigue siendo un buen negocio contrabandear la gasolina extra y el diésel.
Por ejemplo, el diésel en Ecuador se vende a $1,90 por galón; mientras en Colombia y Perú cuesta entre $2,35 y $4,13.
Subsidios, un negocio caro
Con un precio promedio del WTI, que es el crudo de referencia para Ecuador, de más de $95 por barril, los subsidios a los combustibles podrían haber llegado a más de $5.300 millones en 2022.
Sin embargo, la liberalización de la gasolina súper, y el incremento de los precios de los otros combustibles antes del congelamiento, le permitirán un ahorro de alrededor de $2.000 millones al Estado ecuatoriano.
Actualmente, se prevé que en combustibles se vayan $2.500 millones en subsidios. A eso se suman los $800 millones por el gas de uso doméstico. Es decir, alrededor de $3.300 millones, los cuales equivalen a casi cinco meses de sueldos en todo el sector público.
Sin esas medidas tomadas hasta octubre del año pasado, el gasto habría sido el equivalente a lo que se necesita para cubrir casi 8 meses de sueldos en todo el sector público; o cuatro veces lo que se proyecta desembolsar en bonos y ayudas sociales durante todo el año.
Además de constituir un alto peso para las complicadas finanzas públicas, los subsidios son, según Oswaldo Erazo, secretario ejecutivo de la Cámara de Distribuidores de Derivados de Petróleo (Camddepe), el mayor desincentivo para mejorar la calidad y los niveles de azufre de las gasolinas.
Esto, debido a que a pesar de que se liberalizó la importación para el sector privado, los costos, la logística y los precios máximos que se pueden cobrar en el mercado siguen estando en manos de Petroecuador y otros entes estatales.
Los altos costos de los subsidios a los combustibles están dentro de los diálogos con los técnicos del Fondo Monetario Internacional, en medio de la última revisión del programa de financiamiento con Ecuador. (JS)
DATO
Por cada galón de súper, se comercializan 25 galones de otros combustibles en las estaciones de servicio del país.
CIFRA
$95,62 es el precio promedio del barril de crudo WTI desde el 1 de enero hasta el 18 de abril de 2022.
¿Petroecuador venderá gasolinas de mejor calidad?
El pasado 24 de marzo de 2022, LA HORA publicó una nota donde se reportaba sobre el proyecto para mejorar la calidad de la gasolina extra, con el uso de un mayor porcentaje de etanol en su producción (del 5% al 10%). Con eso, el combustible podría subir de 87 a 89 octanos.
El gerente de Petroecuador, Ítalo Cedeño, durante una entrevista con radio Municipal de Quito, anunció el pasado 18 de abril de 2022 que la iniciativa se extenderá a la producción de la gasolina súper.
Así, supuestamente hasta julio de este año podría subirse la calidad de 92 a 95 octanos. Además, Cedeño aseguró que se comercializarán los combustibles a precios liberalizados, pero menores a los actuales.
Sin embargo, Andrés Cueva, comercializador de gasolinas, puntualizó que el plan tiene varios puntos por aclarar. Por ejemplo, todavía está pendiente la actualización de las normas INEN sobre la calidad de los combustibles.
Tampoco se ha transparentado el ineficiente sistema de producción y comercialización local a través de Petroecuador, o los costos logísticos y de importación. Además, también hay que tomar en cuenta que cada vez más gasolineras ven como mal negocio vender un combustible como la súper, la cual representa menos del 4% del mercado.
“El mal funcionamiento del sistema de producción y venta de combustibles ha estado escondido detrás de los altos subsidios. El actual contexto debe servir para transparentar todo y exigir que se develen todas las ineficiencias, sobre todo con respecto a las refinerías estatales”, concluyó.