Caso Pantalla: Wilman Terán contrató troll center para aumentar su popularidad; quería ser presidente de la República

Wilman Terán, en una audiencia en la Corte Nacional de Justicia (CNJ), hoy 2 de diciembre de 2024. Foto CNJ.

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En este sistema se utilizaban, según relató el entonces coordinador del despacho de la presidencia del Consejo de la Judicatura, entre otras cosas audios y videos falsos, chats creados para generar supuestas conversaciones con actores políticos, fiscales, asambleístas, o incluso para tratar de aumentar la popularidad de Terán en redes sociales. Una estructura denominada «Ángeles Negros» trabajaba en su imagen con el proyecto de convertirlo en presidente de la República, dijo su exasesor Santiago C. [Actualizada 2-12-24/19:40].

El entonces coordinador del despacho de la presidencia del Consejo de la Judicatura, J.A. M.A., hoy, testigo protegido en el denominado caso “Pantalla” en el que es investigado el expresidente del Consejo de la Judicatura (CJ), Wilman Terán, reveló hoy, 2 de diciembre de 2024, en una audiencia de testimonio anticipado en la Corte Nacional de Justicia (CNJ) que el entonces funcionario había contratado un troll center por 30.000 dólares, denominado como «Ejército invisible«.

En este sistema se utilizaban, según relató el coordinador del despacho de la presidencia del Consejo de la Judicatura, entre otras cosas audios y videos falsos, chats creados para generar supuestas conversaciones con actores políticos, fiscales, asambleístas, o incluso para tratar de aumentar la popularidad de Terán en redes sociales.

El caso Pantalla investiga un presunto delito de asociación ilícita en el concurso de jueces a la Corte Nacional de Justicia (CNJ) que inició en su gestión, en julio de 2023.

Comentó que Terán, tras ser detenido en el caso Metástasis, le quedó debiendo 30 mil dólares para pagar los servicios del troll center, y que entregó las claves de su computadora, del teléfono celular y un dispositivo electrónico con la información que le pedía guardar donde habría una carpeta de archivos con información sobre un presunto plan para destituir a la fiscal Diana Salazar, y a entonces juez nacional, Walter Macías.

También contó con detalles la existencia de un protocolo respecto de visitas que realizaban jueces a la presidencia de la Judicatura sin que intervenga un registro en la bitácora.

Cuando se cumplían casi las 10 horas de testimonios anticipados, los exasesores de Terán, Fabricio H., y Santiago C., coincidieron en relatar que los meses que colaboraron con Terán se vivió un ambiente tenso en las dependencias de la Judicatura.

Santiago C. describió la estructura del despacho de la presidencia de la Judicatura. Según sus declaraciones, había dos lineas principales de trabajo. La primera era externa, compuesta en su mayoría por personas fuera de la nómina del CJ.

Una de estas personas conocida con el alias de «Diamante» o «Agente 1«, era Anabel T., jueza del Tribunal de Garantías Penales de Santo Domingo de los Tsáchilas. Anabel T., (de quien actualmente se desconoce su paradero) actuaba como presidenta dentro de esa estructura coordinando varias acciones políticas y jurisdiccionales en la gestión de Terán.

La segunda estructura se denominada «ángeles negros» formadas por personas con conocimientos jurídicos que asesoraban a Terán en su posicionamiento político. Esta estructura trabajaba en su imagen pública con el proyecto de convertirlo el presidente de la República, dijo Santiago C.

El «Ejército invisible» se encargaba de filtrar la información de la Policía y la Fiscalía; los «Ángeles Blancos»  que eran las oenegés que le apoyaban en las concentraciones que en algunas ocasiones realizó en los exteriores del edificio del Consejo de la Judicatura.

Wilman Terán también confirmó la «legión rural» que integraban las juntas parroquiales.

Otra estructura denominada «el cerebro» donde participaban funcionarios cercanos de la Judicatura, algunos de los cuales rinden su testimonio en la indagación fiscal en el caso «Pantalla».

El testigo identificó a varias personas dentro de esa estructura como la abogada Andrea Y., encargada de la asesoría jurídica y comunicacional, quien propuso dar una imagen antagónica a la Fiscalía para posicionar políticamente a Terán. También mencionó a Ángel C., que operaba dentro de la Asamblea Nacional.

Los exasesores Fabricio H., y Santiago C., coincidieron en señalar que tenía un grupo armado que hacía seguimientos (a sus cercanos colaboradores). Se dieron cuenta de aquello cuando tras ser convocados a una sesión del pleno del CJ en Santo Domingo de los Tsáchilas, y en horas de la noche los llevó a un terreno donde funcionaba una piladora de cacao. De allí salió un grupo de personas con armas de grueso calibre.

Según los exasesores de Terán, el expresidente de la Judicatura habría pensado en una estructura similar a un grupo subversivo al que habría pertenecido en su juventud.

Proceso disciplinario contra la fiscal

El procesado y testigo protegido D.A.G.C., exdirector general del Consejo de la Judicatura, relató respecto a un proceso disciplinario contra la fiscal, el testigo relató que la convocatoria una sesión del pleno fracasó por falta de quórum. «Entonces, autorizó a Alex P., a hablar con Wilman T., para informarles sobre la falta de competencia para llevar a cabo ese proceso disciplinario».

Mencionó además que muchas de sus acciones estuvieron influenciadas por presiones dentro de la Judicatura durante el concurso de jueces de 2023. Habló de que, por falta de valentía, no pudo detener esas decisiones.

Sin embargo, añadió que, tras el análisis de las instituciones de control se determinó que no se benefició de manera indebida y que su patrimonio no ha aumentado injustificadamente, comentando que, en realidad su situación económica es más difícil que cuando ingresó a la institución.

El entonces director general del Consejo de la Judicatura describió a Terán como una persona que le gustaba trabajar bajo los efectos del alcohol. (SC)