Corredores quemados, manchas de sangre y poca vigilancia: así se encuentra la cárcel de Cotopaxi

La cárcel de Cotopaxi es una de las más grandes del país. Foto:Alianza Contra las Prisiones EC

Aunque la cárcel de Cotopaxi ha sido escenario de tres masacres carcelarias, no existen cambios estructurales. La Alianza Contra las Prisiones EC realizó un recorrido y detalló alarmantes hallazgos. 

«El día de ayer visitamos el Centro de Privación de Libertad Cotopaxi. Nos quedamos profundamente preocupados después de la visita», escribió en su cuenta de Twitter, la Alianza Contra las Prisiones EC, el 18 de octubre de 2022. 

Es este cárcel en la que, entre 2021 y 2022, han ocurrido tres masacres carcelarias. En febrero de 2021 hubo ocho muertos; en julio del mismo año fueron 17 presos los brutalmente asesinados y, entre el 3 y 4 de octubre de 2022, se registraron 16 privados de la libertad.

Después de la última masacre en Cotopaxi, donde fue asesinado Leandro Norero, llamado ‘El Patrón’, las mallas de contención del lugar no han sido repuestas. Se conoce que incluso se abrieron huecos para que desde el pabellón de mujeres puedan salir, en medio de la balacera que se originaba en el pabellón masculino.

La Alianza contra las Prisiones detalló que existe ausencia de vigilancia adentro del complejo penitenciario y que la zona de Mediana Seguridad está quemada. «Existen manchas de sangre en el sector de las visitas de abogados.  Existe un fuerte olor a hierro en toda la prisión«, detalla el organismo.

 

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A eso se suma que existirían presos que fueron heridos en el último amotinamiento, pero que “no han recibido atención médica oportuna”. «Recibimos reportes de q personas privadas d libertad se encuentran en peligro, por lo que hablamos con el Director del CPL COTOPAXI. Lastimosamente el director nos manifestó que es nuevo en el cargo y no sabe cómo hacer traslados por seguridad y que iba a preguntar a SNAI», agregó la Alianza. 

Uno de los problemas sería el constante cambio de autoridades, tanto en la dirección del SNAI, como en los centros penitenciarios. Por ejemplo,  José Arévalo, dejó de ser director de la cárcel de Cotopaxi e ingresó Rodrigo Escobar, quien recopila información sobre las necesidades del sitio. Mientras tanto, a las organizaciones sociales, familiares de presos y a los reclusos les preocupa que se repita una nueva masacre y que, como en situaciones pasadas, la contención llegue cuando decenas de vidas se han perdido. (AVV)

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