Incluso antes de que se profundizara la crisis eléctrica, los ingresos por impuestos, sin tomar en cuenta las contribuciones temporales, apenas crecen este 2024. La situación se complica al final de este año, tanto para el fisco como para los ecuatorianos.
La recaudación entre enero y agosto de 2024 creció $1.393 millones respecto al mismo periodo de 2023, pero los impuestos ocasionales aportaron $1.350 millones.
Eso significa, según Napoleón Santamaría, abogado tributario, que la tributación ordinaria apenas aportó $42,19 millones adicionales a Ecuador.
“Hasta agosto de 2024, la recaudación de impuestos administrados por el Servicio de Rentas Internas (SRI) crecieron 4% (sin tomar en cuenta impuestos ocasionales) ¿Por qué ese mal crecimiento? Por un lado, está la recesión económica. Por otro lado, algunos contribuyentes formales se pasaron a la informalidad”, apuntó Santamaría.
Hasta julio de 2024 se pagaron contribuciones especiales por seguridad, bancos y cooperativas y terminó la remisión tributaria, entre otros ingresos.
En este escenario, la gran pregunta es qué pasará durante la última parte de 2024. De acuerdo con Santamaría, lo que pasará es que tendremos “una caja fiscal escuálida, que se verá agravada por los apagones”.
Así, una economía en crisis, que se ve agravada por el mal manejo de la situación del sector eléctrico, hará que el esfuerzo que se les pidió a los ecuatorianos, a través del pago de más impuestos, se diluya completamente.
Según Jaime Carrera, miembro del Observatorio de la Política Fiscal, la proyección más actualizada es que se cierre 2024 con un déficit de al menos -$5.055 millones (más gastos que ingresos).
Esto a pesar de que el Gobierno de Daniel Noboa ha contado, entre enero y septiembre de 2024, con ingresos extras (no solo por impuestos, sino también por reducción de subsidios y convenios de liquidez con empresas públicas) de $4.198 millones.
Ese dinero, sin embargo, no ha servido para acelerar la ejecución de la obra pública, reactivar la economía o minimizar el golpe de la crisis eléctrica.
Para el final del año, ya no se contará con esa liquidez extra y se prevé una caída tanto en las finanzas estatales como en las finanzas de hogares y empresas.
Más informalidad y menos ingresos para hogares y empresas
Existe una relación directa entre una buena provisión de electricidad y el crecimiento económico de un país. La electricidad es un insumo fundamental para prácticamente todas las actividades económicas, por lo que su disponibilidad, fiabilidad y costo afectan directamente el desarrollo productivo
Además, si la electricidad falla, se frena la generación de empleo y riqueza, es decir, da como resultado una sociedad más pobre y con peores condiciones de vida.
En más de 10 años, como consecuencia de un modelo estatista, en donde la inversión privada es solo una excepción, el sector eléctrico se ha ido deteriorando, por falta de inversión y mantenimiento.
El resultado son continuas crisis con apagones. Esto golpea aún más a una economía que en 2024 cumplió una década pérdida de crecimiento económico.
Un estudio del Banco Mundial concluye que los cortes de electricidad frecuentes pueden reducir el crecimiento del PIB en un rango del 0,5% al 4% anual. Las actividades más afectadas son la industria, la manufactura y el comercio.
El impacto negativo es especialmente fuerte en las pequeñas y medianas empresas (PyMEs), que a menudo no pueden costear soluciones alternativas, como generadores de energía.
Se estima que los cortes de electricidad frecuentes provocan pérdidas económicas equivalentes a entre el 0,3% y hasta 4% del PIB anual. Todo dependerá de la duración de los cortes.
Además, sobre todo en las Mipymes, el costo de las soluciones alternativas (como el uso de generadores de diésel) puede ser hasta tres veces mayor que el de la electricidad proporcionada por la red, lo que aumenta los costos operativos y disminuye la inversión en expansión y mejoras tecnológicas.
En este contexto, la Cámara de Comercio de Guayaquil ya ha estimado que una semana de apagones genera pérdidas (solo en la economía formal) de $700 millones.
Si la crisis se extiende hasta por lo menos diciembre de 2024, las pérdidas podrían llegar a la cifra astronómica de casi $10.000 millones.
Eso equivale a más de 14 veces el daño económico provocado por el paro violento de octubre de 2019, o más de 8 veces el daño económico del paro violento de junio de 2022.
Ese nivel de pérdidas, si las lluvias no ayudan y los apagones persisten hasta diciembre de 2024, es equivalente al dinero necesario para crear o mantener más de 300.000 empleos formales.
El 7 de octubre de 2024, la presidenta del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), María Paz Jervis, alertó que el impacto de la actual crisis de apagones puede acercarse a la producida por la pandemia por covid 19. (JS)
Si se toma la recaudación de impuestos hasta agosto de 2024, incluyendo las contribuciones temporales, se suma $1.697,72 millones. Sin esas contribuciones, la recaudación baja a $10.347,11 millones.
Cifras del deterioro de la actividad económica en Ecuador
- -Mas del 60% de las actividades económicas han tenido una caída en ventas durante 2024. Sectores como el de restaurantes ya registra una caída de más del 50% en ventas.
- -En 14 de 24 provincias se registra menos actividad económica, menos ingresos y menos ventas.
- -En septiembre de 2024, las ventas de vehículos cayeron más de 23%. Si se toma en cuenta el periodo enero a septiembre de 2024, la caída es del 19%.
- -Hasta junio de 2024, el consumo de los hogares ya había caído un 2,2%. Las familias consumen menos y buscan cada vez más promociones y descuentos.
- -Con corte a agosto de 2024, los ecuatorianos en la informalidad y el desempleo suman 5,65 millones. Eso representa más del 65% de la Población Económicamente Activa (PEA).
- – La mitad de los ecuatorianos con algún tipo de empleo ganan menos de $388,6 al mes.