¿Por qué la llegada de empresas internacionales es una buena noticia?

El Ministro de Producción tiene reuniones cada semana con potenciales inversionistas extranjeros.
El Ministro de Producción tiene reuniones cada semana con potenciales inversionistas extranjeros.

El anuncio sobre la llegada de la tienda de ropa H&M desató polémica en el país. Se habla de una amenaza a la producción nacional, sin ver las oportunidades.

Desde mediados de 2021, el Gobierno de Guillermo Lasso ha sumado anuncios sobre la llegada de empresas internacionales para poner tiendas o centros logísticos en el país.

Ese tipo de noticias, que en teoría podrían recibirse como buenas, han recibido duras críticas de parte de sectores sociales y políticos.

Por ejemplo, el pasado 15 de marzo de 2021, el ministro de Producción, Julio José Prado, anunció que la cadena de ropa H&M (Suecia) instalará 2 locales comerciales en Quito y Guayaquil durante 2022.

Entre las múltiples reacciones, que se enfocan en el supuesto impacto negativo sobre los emprendimientos locales, se puede visibilizar a personalidades como Carlos de la Torre, ex ministro de Economía durante el Gobierno de Lenín Moreno.

«Parece broma. El responsable de impulsar la producción nacional celebra el ingreso de más importaciones que restarán mercado a nuestra industria de textiles. ¿Será de indignarse?», dijo a través de sus redes sociales.

Sin embargo, el argumento de que se está perjudicando a la producción nacional queda mal parado cuando se revisa la respuesta de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador (Aite).

En su Twitter oficial, ese gremio aseguró que le da la bienvenida a la competencia formal.

«Debemos capitalizar esta decisión de H&M, es una gran oportunidad para generar un acercamiento para suministrar producto ecuatoriano en las miles de tiendas que tienen en la Unión Europea y aprovechar así el TLC que tenemos con ese bloque», puntualizó.

Además, Aite le hizo un llamado al ministro Prado para que también publicite las nuevas inversiones que está haciendo la industria nacional. Por ejemplo, se citó las 4 nuevas tiendas de Pasa, 1 nuevo local y varios Pop-up de Pinto y otra locación adicional de D& Bond.

En el país hay retos para reducir los costos de producción y facilitar el ambiente de negocios, pero una de las mejores formas de innovar es mediante la competencia.

Javier Díaz Crespo, presidente ejecutivo de Aite, recalcó que competir entre formales es un reto que nos obliga a mejorar

«Que positivo sería poder exportar a H&M nuestros productos confeccionados por ecuatorianos. Que bien lo que hacen nuestros productores. Más tiendas se abrirán este año para atender a nuestros clientes, compitiendo», acotó.

Durante años, el sector textil ecuatoriano ha repetido mil veces que las mayores amenazas a su desarrollo son el contrabando, la informalidad y la falta de un plan de competitividad.

Todos esos factores se solucionan, a la par de abrir las puertas de la competencia, con un trabajo conjunto entre sector público y privado, a través de estrategias como los clúster, y también con reformas como las de inversiones y del mercado laboral.

Precios más bajos y un sacudón para los grandes empresas nacionales

Juan Francisco Román, abogado corporativo, aseveró que sectores políticos y sociales en el país están entrampados en un proteccionismo mentiroso, que en última instancia ha provocado que las grandes empresas en el país sigan siendo siempre las mismas y no se hayan dignado en «cambiar una percha, un color, menos aún bajar un centavo en sus precios».

De acuerdo con Román, solo la llegada de empresas extranjeras, con procesos más eficientes y menores costos, podrá hacer que se mueva la hegemonía de mercado.

«Tuvimos un grave problema de precios en aerolíneas, pocas, casi ninguna que creaba esta competencia necesaria. Ahora, con criterio, mucho trabajo y estrategia, se han creado nuevas aerolíneas ecuatorianas y hasta han entrado otras extranjeras; por eso ya no pagan por un pasaje a Quito – Guayaquil más de doscientos dólares, el valor real y actual es de cincuenta y ocho o menos. Eso es el resultado de dejar que los enormes peleen, pues inventan nuevas formas de hacer lo inaccesible, accesible, para todos», afirmó.

Detrás de las críticas sobre la llegada de empresas internacionales también hay oportunismo político porque los mismo que aplaudieron el establecimiento de tiendas de Zara en 2012; ahora aseguran que nueva competencia liquidará a la producción nacional. (JS)