Bajos ingresos y altos costos hacen que los jóvenes ecuatorianos se independicen cada vez más tarde

REALIDAD. Los jóvenes son los más golpeados por la falta de oportunidades laborales.
DECISIVOS. El 71% de los jóvenes manifiestan preocupación por la falta de seguridad. Foto: Referencial

El precio de los alquileres, como porcentaje del ingreso mensual, es uno de los factores que más golpea al bolsillo de los jóvenes.

Salir del hogar familiar e independizarse cada vez le toma más tiempo a los jóvenes ecuatorianos. Hasta 2019, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), la edad promedio para independizarse era de alrededor de 27 años.

Sin embargo, la pandemia, la crisis económica y la mayor precarización del empleo, han provocado, según un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que la edad de independencia, en promedio, aumente hasta los 29 y 30 años.

Esto pone a Ecuador en el mismo nivel de países incluso más informales como Bolivia.

Esta realidad, de acuerdo con Carla Arcentales, economista e investigadora en temas de juventud y empleo, es consecuencia directa de un mercado laboral con pocas oportunidades y unos niveles de ingresos que van por detrás del aumento del costo de la vida.

“Desde 2008, el costo de la vida se ha incrementado más del 40%; pero las remuneraciones reales han aumentado un 20%. Ahí existe una brecha. El país, en muchos casos, tiene costos similares a los de países con más desarrollo; pero niveles de ingresos de una economía pobre”, puntualizó.

Así, el INEC registra que el ingreso promedio de los jóvenes de entre 18 y 32 años no es mayor a los $510 mensuales.

 Mayor dependencia

Una de las principales causas de que un joven no se independice es porque no puede costear el alquiler de un sitio para vivir; o ese alquiler representa un porcentaje muy alto de sus ingresos mensuales, dejando poco espacio para otros gastos importantes como salud, educación, alimentación e incluso diversión y tiempo libre.

En promedio, en el rango más bajo, el alquiler en Quito puede costar entre $250 y $500 mensuales. Esto significa que representa entre el 49% y el 98% del sueldo de un mes.

Se pueden encontrar, sin embargo, opciones más económicas, pero que en muchos casos significan costos más altos en otros aspectos como movilización e incluso seguridad.

Eduardo Villacís, de 28 años, contó que antes de la pandemia se independizó pagando un alquiler a medias con un amigo; pero en los últimos dos años ha cambiado tres veces de trabajo, sus ingresos se redujeron sensiblemente y además ha tenido que asumir gastos extra en salud, entre otros.

“Compartir el alquiler es complejo porque no solo dependes de lo que ganes; sino de la situación económica de tu compañero. Regresé a la casa de mis padres para tener espacio para ahorrar porque quiero emprender y para eso se necesita capital”, puntualizó.

En Guayaquil y Cuenca, el promedio en el nivel más bajo de los alquileres fluctúa entre los $200 y $400. Esto significa entre el 40% y 78% del ingreso promedio al mes.

A eso se suman gastos básicos de alimentación, salud y transporte que, como mínimo, llegan a los $120 mensuales.

Esto ocurre en las tres grandes ciudades del país, que, a pesar de su mejor situación económica, también tienen una fuerza mayoritariamente informal y con bajos ingresos.

Norma Bucheli, economista y emprendedora, comentó que también juegan aspectos culturales para quedarse más tiempo en la casa de los padres; a los que se suma el fenómeno poco analizado, y sin buenas estadísticas de respaldo, sobre los llamados Ninis (Ni estudia ni trabaja).

LA HORA ha analizado por qué es tan difícil encontrar un buen empleo en el país. Además de los problemas estructurales, que necesitan cambios de fondo sin resultados inmediatos en temas laborales, de apertura comercial e inversiones, entre otros. También tiene un papel importante una economía con poca competencia y secuestrada por grupos de presión, como analizó Santiago José Gangotena, vicedecano de Economía de la Universidad San Francisco de Quito. (JS)

El ingreso per cápita por familia llega a los $178

Otra de las razones del retraso en la independencia de los jóvenes es que, en muchos casos, se quedan para ayudar en una economía familiar de pocos recursos.

En promedio, el ingreso per cápita por familiar, es decir la riqueza que le toca a cada uno de los miembros de un hogar, llega a los $178 mensuales.

En los segmentos más pobres, esos ingresos per cápita fluctúan entre $19 y $63 al mes. Mientras en los niveles más altos, fluctúan entre $305 y $628 mensuales.

Para estas estadísticas se toma en cuenta a una familia tipo de cuatro miembros.

José Gabriel Castillo, exviceministro de Economía, explicó que el país necesita crecer económicamente y redistribuir para acortar las enormes brechas que existen.

¿Dónde se registra la edad más baja para independizarse?

Dentro de los países con la edad más temprana para independizarse están Suecia y Noruega. En esos países nórdicos, los jóvenes dejan su casa a los 19 años.

En esas economías, además de tener ingresos que llegan a ser hasta 10 veces más altos, en promedio, que en Ecuador; también tienen toda una red para ayudar a los jóvenes con su primer empleo y para financiar los estudios.

Pero, en países europeos más cercanos de cierta forma a la realidad latinoamericana, como Portugal y España, la edad para independizarse llega a los 33,6 años y 29,8 años, respectivamente.

Además de factores culturales, también juegan un papel importante los bajos sueldos con respecto al costo de los alquileres o la compra de una vivienda; aunque en esos países no exista tanta informalidad y pobreza como en Ecuador.