¿De qué ecuatoriano se cantan villancicos en Latinoamérica?

El Papa observa la llegada del pesebre que adornará la Plaza de San Pedro.
El Papa observa la llegada del pesebre que adornará la Plaza de San Pedro esta Navidad.

Se le atribuye la composición de canciones como ‘Ya viene el niñito’, ‘No sé, niño hermoso’, ‘Claveles y rosas’ y más. ¿Quién fue este músico lojano?

Las semanas previas a la Navidad, el ambiente en ciudades y pueblos se inunda de olor a sahumerio, palo santo e incienso. Y en el aire suenan las notas de canciones relacionadas con la fecha; y aunque no faltan melodías como ‘Jingle Bell’ o ‘Blanca Navidad’, lo más común en Ecuador y muchos países de América Latina es escuchar villancicos tradicionales.

Y entre los que más se oyen en calles, centros comerciales y casas, y más se cantan en posadas o novenas están temas como ‘Ya viene el niñito’, ‘No sé, niño hermoso’, ‘Claveles y rosas’ y ‘En brazos de una doncella’. En Ecuador, sin duda, no faltan en la voz del efímero grupo infantil ‘Los pibes Trujillo’.

Lo que pocos saben es que esos villancicos, y otros como ‘Venid pastorcillos’, ‘Dulce Jesús Mío’ y ‘Pimpollito del alma’ son composiciones atribuidas a un ecuatoriano: el músico lojano Salvador Bustamante Celi (1876-1935).

Pero ¿quién fue este prodigio de la música popular tradicional? Pues nació en la capital de la provincia de Loja en el hogar del también músico Teodosio Bustamante Vivar y Mercedes Celi. Cuando tenía 13 años viajó a Quito, donde estudió música en la escuela de los Hermanos Salesianos; se graduó como bachiller de Artes Musicales.

Bustamante Celi egresó a su tierra natal, se casó, tuvo un hijo y se desempeñó como organista de la ciudad de Macará, fronteriza con Perú. Luego, alrededor de 1906, fue a Lima, donde fue contratado como organista de la catedral de la capital peruana; ocupó el cargo cerca de cuatro años hasta que la amenaza de un conflicto bélico entre Ecuador y Perú por temas limítrofes y el temor de represalias en su contra, lo llevaron a literalmente escapar y regresó a nuestro país en 1910.

En Ecuador, Salvador Bustamante Celi compuso una serie de temas, entre ellos los villancicos que se le atribuyen, ganó concursos, se casó por segunda ocasión (1927), tuvo tres hijos y murió el 8 de marzo de 1835, dejando una extensa y, como consta, popular obra tras de sí.

El portal de noticias Infobae resalta que sus villancicos se escuchan y se entonan con algunas variaciones melódicas en países como Perú, Colombia, Venezuela y en naciones de Centroamérica. En esta última región, el músico Antonio Gutiérrez Laguna adaptó la pieza ‘No sé, niño hermoso’. Y, según Magdalena Guerrero, bibliotecaria del Colegio de Artes Salvador Bustamante Celi, ‘Ya viene el niñito’ ha sido traducido a 102 idiomas. (LAG)

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