Hasta el cierre de noviembre de 2023, la escasez de recursos en el fisco provocó que se acumulen atrasos o cuentas pendientes de pago por $2.967 millones.
Al cierre de noviembre de 2023, el nivel real de las cuentas por pagar en el Presupuesto General del Estado (PGE) sumó $2.967 millones, según un último análisis de Jaime Carrera, miembro del Observatorio de la Política Fiscal.
Estas cuentas por pagar, o también conocidas como atrasos, afectan especialmente al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y a los Gobiernos locales.
En el caso del IESS, durante este año le han dejado de pagar $1.049 millones, correspondientes al 40% del aporte estatal. Por otra partes, la cuentas pendientes con los Gobiernos locales suman $906 millones.
Así, estos dos sectores acaparan el 68% de los atrasos, es decir, casi siete de cada diez dólares que el Gobierno Central no ha podido pagar por falta de recursos.
El ministro de Economía, Juan Carlos Vega Malo, tuvo que echar mano de un préstamo de corto plazo con la Corporación Financiera Nacional (CFN) para completar los pagos de la nómina de sueldos de noviembre.
Ya han pasado 15 días desde que el presidente Noboa y el ministro Vega Malo salieron ante la opinión pública para contar que recibieron como herencia «la peor historia de la caja fiscal. Sin embargo, hasta el momento el Gobierno no ha presentado un plan convincente sobre cómo apunta a solucionar el problema de la falta de recursos.
Solo se ha dicho vagamente que, para cubrir los principales gastos de este mes de diciembre, se está buscando financiamiento de multilaterales y el pago anticipado de impuestos por parte de empresas.
¿Por qué faltan los recursos en la caja fiscal?
El déficit real del presupuesto (más gastos que ingresos) a noviembre de 2023 asciende a $4.468 millones. Parte de ese déficit se ha cubierto con créditos de multilaterales, deuda interna y préstamos de liquidez de corto plazo como el hecho con la CFN, entre otras operaciones. La búsqueda de liquidez a cómo de lugar, ya sea en empresas públicas y otras dependencias estatales ya se veía en los últimos meses de Lasso en el poder, como reportó LA HORA.
Sin embargo, aún así se han acumulado cuentas por pagar o atrasos. Una de las razones de fondo de esto es que los ingresos se han reducido, mientras los gastos están en aumento.
Así, los ingresos petroleros, debido a una combinación de precios más bajos y menor producción, cayeron en $1.522 millones hasta noviembre de 2023. Esto equivale a 47,2% menos en comparación con noviembre de 2022.
Por su parte, los ingresos tributarios también se han contraído en $701 millones, es decir, 5% menos que el año pasado.
Por el contrario, los gastos han aumentado en $1.647 millones. Esto como consecuencia principalmente de $509 millones más en sueldos (Lasso contrató 23.000 funcionarios más en sectores como educación, salud y policía); además, el aumento de las tasas de interés a nivel mundial también provocaron que el costo de los interese pagados por la deuda pública subieran en $825 millones durante este 2023.
La falta de recursos, y la poca predisposición a atacar problemas estructurales como los subsidios a los combustibles, ha hecho que el Gobierno de Noboa sucumba ante propuestas como volver a meter la mano a las reservas del Banco Central del Ecuador (incluida en la primera ley económica enviada a la Asamblea). (JS)