Atentados, asaltos a mano armada y robos en instalaciones petroleras se han cuadriplicado en enero 2023

La empresa pública Petroecuador está bajo ataque en Orellana y Sucumbíos. Se anuncian acciones legales para frenar las afectaciones.

Este 2 de febrero de 2023, a través de un comunciado, Petroecuador anunció que está aplicando acciones legales para contrarrestar los ataques vandálicos y delincuenciales que afectan a las operaciones y ponen en riesgo a la producción de hidrocarburos.

Los ingresos de esas operaciones representan alrededor del 30% del Presupuesto General del Estado (PGE) y, además, financian mediante preasiganciones a los Gobiernos locales y las universidades.

La empresa pública informó que los atentados, asaltos a mano armada y robos en sus instalaciones, en las provincias de Orellana y Sucumbíos, se cuadruplicaron en enero de 2023
respecto al mismo mes del año pasado.

Estas actividades ilegales han ocasionado pérdidas de aproximadamente 1.000 barriles diarios de petróleo (bddp) durante los últimos quince días del mes de enero, con afectaciones económicas y poniendo en riesgo la integridad del personal y contratistas.

El último evento ocurrió esta semana en Sucumbíos, en el campo Libertador y la estación Chiritza, del campo Cuyabeno, Bloque 58.

Esta situación afecta también a la producción de empresas privadas que utilizan la red de oleoductos de Petroecuador.

«Petroecuador ha implementado planes de contingencia para recuperar la producción de petróleo, registrada antes de estos eventos, a la vez que toma las acciones respectivas para establecer las responsabilidades y preservar las facilidades operativas y la integridad del personal» aseguró la empresa pública.

Otro foco de conflicto y afectaciones ha sido el bloque 16, ubicado en la provincia de Orellana, el cierre de acceso y el amedrentamiento hacia los operadores ha afectado la producción.

LA HORA, a mediados de enero de 2023, reportó que las comunidades llegaron a establecer pliegos de peticiones de más de 9 paginas con exigencias como bonos de $5.000 y múltiples obras de todo tipo.

Los ataques a infraestructura petrolera se han radicalizado luego del paro violento de junio de 2022. (JS)