Andrea Arrobo denunció supuesta intimidación del Gobierno en una “Carta al país”

Daniel Noboa, presidente de la República, y su entonces ministra de Energía, Andrea Arrobo. (Foto archivo).

En la carta se refirió a chats entre el presidente de la República y ella, en los que le informa de la crisis energética. “Si les pruebo cómo insistí en hacerlo público para que la ciudadanía esté preparada y poder controlar los racionamientos; si la ciudadanía se da cuenta de que me prohibieron hablar y hasta me cancelaron la rueda de prensa que preparé, entonces mi vida y la de mi familia habrá acabado”, denunció.

Horas antes del inicio del juicio político, Andrea Arrobo, exministra de Energía, se dirigió al país en una carta donde denunció “temor a represalias devastadoras”.

“Quisiera dirigirme al Pleno de la Asamblea Nacional y pararme frente a los 137 asambleístas para contarles la verdad, pero no puedo hacerlo. No es la falta de argumentos lo que me detiene, sino el temor a represalias devastadoras”, alertó Arrobo.

Se refirió a chats entre el presidente de la República y ella, en los que le informa de la crisis energética. “Si les pruebo cómo insistí en hacerlo público para que la ciudadanía esté preparada y poder controlar los racionamientos; si la ciudadanía se da cuenta de que me prohibieron hablar y hasta me cancelaron la rueda de prensa que preparé, entonces mi vida y la de mi familia habrá acabado”, denunció.

Aseguró que jamás ocultó información. “De hecho, la entregué toda. Pero una crisis hídrica no era rentable para la consulta popular de abril de este año y me callaron”, apuntó.

Añadió que guardó todas las pruebas para defenderse judicialmente. “Pero desenmascarar las mentiras, el acoso y la persecución política de la que soy víctima, para los que se hace uso de canales oficiales, como el video publicado por el secretario de Integridad, significaría para mi hijo pequeño y para mí, mucho más de lo que ustedes pueden imaginar”, agregó.

Dijo que exponer públicamente su verdad significaría su “inmediata detención por parte de la Policía, que hoy no responde a la ley”.

“Defenderme con pruebas, en la Asamblea, significaría que la Fiscalía, que mantiene una estrecha e inseparable relación con el poder Ejecutivo, como venganza, me acuse sin pruebas. Y si bien a eso le temo, sé que al final saldré libre y con la frente en alto, pero solo luego de haber dejado sin madre, quien sabe por cuántos años, a un niño».

Afirmó que, drones han sobrevolado su casa, que patrulleros han acosado a su familia y a ella, y que uniformados han intentado entrar a la casa de su abuela. «Ya han usado todos los métodos para destrozarme y evitar que le enseñe al país la verdad. Y lo lograron. Pudiendo humillar públicamente al Régimen, decido no hacerlo en el marco del juicio político”.

Reveló que la “persecución” también ha tenido consecuencias devastadoras en su vida profesional. “Es difícil encontrar trabajo en un sector donde enfrentarse al Gobierno genera temor. Sin embargo, mi conocimiento del sector energético me permitió advertir los desafíos que enfrentamos desde el primer momento: 

  • Un déficit energético de al menos 1.600 MW.
  • Una falta de inversión acumulada de USD 10 mil millones. 
  • Un crecimiento de la demanda de 500 MW anuales. 

Añadió que el juicio político llega en un momento en el que su comparecencia solo serviría a los intereses electorales de las diversas fuerzas políticas. 

“Si los votos para una censura se suman, será claro que este es un acto político, no de justicia. Pero yo no puedo convertirme en una pieza más de este juego. No arriesgaré mi vida, mi libertad y la seguridad de mi familia para satisfacer intereses ajenos a las verdaderas necesidades del país”.

Pidió que, si esto es técnico y no político, debe analizarse la información y evidencia técnica que remitió, y que para ello su comparecencia no es necesaria. 

“Si pese a todos los argumentos técnicos me censuran, adelante, háganlo con confianza, que el peor error de mi vida fue tomar la decisión de servir a mi país desde la función pública, función a la que jamás regresaré, pues hoy comprendí que un país que cede al autoritarismo, es un país sin retorno”, dijo la exministra en la carta. (SC)