Aferrada al cargo, Sofía Almeida durmió siete días en un sillón del Cpccs

Almeida no quiere dejar el Cpccs
Almeida no quiere dejar el Cpccs

La expresidenta del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social habló con LA HORA desde el interior de la entidad. Dice que sus días cambiaron, mientras busca acciones para mantenerse en el cargo.

Se apagan las cámaras, termina la rueda de prensa, suenan los aplausos de un grupo que la apoya, las banderas se van guardando y la gente deja la sala de sesiones del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs).

Esa larga mesa rectangular de madera oscura con vidrio verde en el medio, queda rodeada de sillas vacías. Los partidarios de Sofía Almeida, quien mantiene una lucha por sostener el cargo de ‘presidenta’ antes de su nombre, se toman fotos hasta que los asesores van cercando la sala.

Afuera del lugar se vuelven a acumular los micrófonos. Almeida no quiere salir, se queda atrás de la puerta; le hablan al oído, respira, sale, la rodean, ingresa en segundos al ascensor, se cierran las puertas. Definitivamente se acabó. Por las gradas, un río de periodistas va bajando.

Sofía Almeida fue destituida de su cargo. La mañana del miércoles 9 de febrero de 2022, los vocales del Cpccs María Fernanda Rivadeneira, Hernán Ulloa e Ibeth Estupiñán rompieron las chapas de la puerta de la sala  de reuniones y sesionaron sin la presencia de los otros tres consejeros. La presidenta de ese momento, Sofía Almeida, se enteró mientras estaba en Guayaquil. Allí vive con su familia.

En un par de horas estuvo en el aeropuerto. “Salí tan rápido que me olvidé de traer ropa”, cuenta mientras se saca la mascarilla, suspira, y se sienta como quien está lleno de cansancio. Cuando se dio cuenta de que no regresaría pronto, pidió que le enviaran ropa.

En esa sesión, los consejeros destituyeron a Almeida y posesionaron a Hernán Ulloa como presidente. Rivadeneira reemplazó en la vicepresidencia a Rosero. Cuando Sofía Almeida llegó a Quito, le anunciaron que había sido removida del cargo.

Minutos antes, mientras Almeida hablaba en la rueda de prensa de la presunta inconstitucionalidad de su destitución, y se refería a un “golpe de Estado”, grupos sociales gritaban “¡que viva la presidenta!”.

Su tía, Yasmín Almeida, sentada lejos de las cámaras, contaba en un tono de rezo que “soy la única de la familia que vivo en Quito. Es hija de mi hermana. ¿Cómo no voy a cuidarla?»

Almeida está cansada. Hace siete días que duerme entre los sillones negros de su oficina; “hubo noches que me he quedado dormida sobre el escritorio, o en un colchón que me consiguieron; pero, en realidad, no he dormido mucho”.

Varias presidencias truncadas por irregularidades

Sofía Almeida asumió el cargo de la presidencia del Consejo (por dos años) en noviembre de 2019, cuando tomó el puesto del presidente anterior, Christian Cruz, también destituido luego de un juicio político por utilizar de manera incorrecta un carnet de discapacidad del 80%.

Antes de Cruz el presidente fue José Carolos Tuárez, un cura que fue destituido por la Asamblea Nacional y que, luego de unos meses, fue detenido por tráfico de influencias y condenado a 5 años de prisión.

En julio de 2021, Almeida fue reelecta (por dos años más) con el voto de Rosero, Dávalos, Estupiñán y el suyo propio. Pero este período ya se presentó turbulento.

Pugna de fuerzas en el Consejo

Sofía es sobrina del asambleísta por el Partido Social Cristiano (PSC) Luis Almeida. En la Asamblea es cada vez más evidente las alianzas entre el PSC y el correísmo.

Los consejeros comenzaron a acusarla de impedir que se desarrollen las reuniones con normalidad. Dicen que suspendió sesiones en más de 26 ocasiones con diversos pretextos, como que no funciona el internet (el Pleno era virtual), que no se escuchaba bien, que apagaba los micrófonos si algunos consejeros discutían mucho.

Ya para enero de 2022, la consejera Estupiñán ―quien le dio el voto para en la reelección― la acusó de utilizar “tácticas mañosas” para entorpecer la elección de autoridades como Contralor.

El 26 de enero de 2022, en sesión del Pleno, Estupiñán se desligó completamente de Almeida, acusándola de mal uso de bienes públicos después de ser desconectada de la reunión por Zoom, y el audio cortado cuando iba a mocionar para analizar los cambios en el reglamento del concurso de Contraloría.

Almeida presentó una Acción de Protección que fue suspendida, además de ser criticada por haberla presentado en otro lugar diferente al domicilio que debería ser Quito, por estar la Institución en la Capital.

Varios organismos estatales han reconocido y validado la presidencia de Ulloa, entre los que están el Ministerio del Trabajo y Seguro Social.

La noche del 16 de febrero de 2022, Almeida abandonó voluntariamente el edificio del Cpccs en Quito, pero eso no significa que deje de aferrarse al cargo del que fue destituida.

En su última aparición pública, el 18 de febrero de 2022, a través de una rueda de prensa convocada desde la delegación del Cpccs en Guayaquil, dijo que continúa siendo la presidenta del organismo, explicando que decidió salir del edificio matriz en Quito porque se sentía en “desprotección”, tras solicitar tres veces presencia policial sin obtener respuesta. (GVL)