“Al alcalde se lo cuestiona por incumplir sus funciones”

ENTREVISTA. Marcelo Espinel, abogado y director de Proyectos de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo.
ENTREVISTA. Marcelo Espinel, abogado y director de Proyectos de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo.

El abogado Marcelo Espinel dice que no se removió al Alcalde de Quito por corrupción, porque aún no existe una resolución judicial sobre el tema.

El director de proyectos de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo habla sobre el proceso que llevó a la destitución de Jorge Yunda y el futuro de la causa..

¿Jorge Yunda sale fortalecido?

El Alcalde perdió todo el apoyo político que pudo haber tenido en el Concejo. Este apoyo lo fue perdiendo poco a poco. En los últimos meses, incluso la bancada de Fuerza y Compromiso Social decidió no respaldar al Alcalde y fue precisamente con esos votos que se acepta el informe de la Comisión de Mesa que da paso a la remoción.

Podría buscar algún respaldo…

Yunda hizo imposible mantener ese respaldo político y eso se vio no solo con el informe, sino también con la presión ciudadana que recayó sobre el Concejo Municipal para su salida. Fueron pateando tanto la pelotita que llegó un punto en el cual fue insostenible.

¿El caso puede llegar a instancias internacionales?

El Alcalde, así como cualquier ciudadano, puede acudir a la Comisión de Derechos Humanos (CIDH) y a la Corte, por supuesto. Y tendrá que demostrar que hubo una violación de derechos. En este caso, la violación de derechos políticos. Pero hay que recordarle que no solo él tiene derechos políticos, sino también los ciudadanos. Y en el uso de esos derechos políticos, los ciudadanos presentaron una petición de remoción.

Esta petición de remoción no se relaciona en lo absoluto a un precedente que existe en el sistema interamericano, como fue el caso de Gustavo Petro (Colombia); esa situación respondía  a un proceso administrativo presentado por la Contraloría en contra del exalcalde de Bogotá, mientras que el caso de Yunda es un proceso de control político impulsado por la ciudadanía.

Hay que recordarle al Alcalde que así como los ciudadanos lo podemos elegir, también podemos solicitar su remoción del cargo.

El abogado de Jorge Yunda habló de reparación económica.

Pueden acudir a esa instancia, pero la resolución por parte del sistema interamericano podría quedar en el aire. A la larga este tipo de procesos no dura un mes, ni dos, duran años de años; pueden llegar a durar hasta 10 años.

Yunda no tendrá una respuesta breve y, probablemente, lo que yo esperaría, en Derecho, es que la Comisión Interamericana y la Corte resuelvan que no hubo ninguna violación de derechos en este proceso. Es lamentable que el Alcalde y sus abogados utilicen ese tipo de amenazas para tratar de amedrentar al Concejo y a la ciudadanía.

Yunda alega que su remoción no se debe a temas de corrupción.

La solicitud de remoción, este ejercicio de control político, no se refería a temas referentes a cobro de coimas o casos de corrupción, sino a incumplimientos puntuales del Cootad; por ejemplo, que no se lleve a cabo la rendición de cuentas a través de la Asamblea de Quito, para que exista una debida interacción con la ciudadanía y no solo la presentación de un video.

Hubo otros incumplimientos en cuanto a la entrega de información y la rendición de cuentas como, por ejemplo, el corredor que va desde El Labrador a Carapungo. Así como también no saber qué ha sucedido con la construcción de Metro en los últimos dos años y, sobretodo, la rendición de cuentas respecto de las acciones que ha emprendido el Municipio para enfrentar la pandemia.

Este tipo de acusaciones que recibe el Alcalde no se refieren a casos de corrupción, los que se están ventilando en los organismos jurisdiccionales, sino a un incumplimiento claro respecto a la rendición de cuentas y la viabilización de la participación ciudadana.

¿Por qué no se lo saca por el tema de corrupción?

Porque todo ciudadano tiene el derecho a la inocencia y Jorge Yunda, hasta el día de hoy es inocente; esto en tanto y en cuanto no existe una sentencia de última instancia que declare su culpabilidad en cualquiera de los procesos abiertos en su contra.

No hay que confundir la investigación judicial con el control político. Aquí no podemos mezclar los posibles actos de corrupción con hechos completamente comprobados respecto del incumplimiento de funciones por parte del Alcalde y su grupo de funcionarios.

El Municipio no puede pronunciarse y tomar decisiones con base a supuestos, sino realidades como las planteadas en el pedido de remoción y que luego fueron analizadas por una Comisión de Mesa. Hay que tener en cuenta que la decisión de remover al Alcalde no la toma (el vicealcalde) Santiago Guarderas, lo están tomando 14 de 21 concejales que representan a los quiteños.

Yunda dice que lo sacan por no ser rubio, ojos azules…

Contra Mauricio Rodas se plantearon solicitudes de remoción y fueron rechazadas por la Comisión de Mesa porque fueron mal presentadas. Fueron dirigidas, por ejemplo, al Concejo Metropolitano en lugar de dirigirla al vicealcalde de aquel entonces, Eduardo del Pozo.

Que no se crea que esta fue la primera vez que se intenta remover a un alcalde. Tal vez sí es la primera vez que un grupo de mujeres decididas, inteligentes y organizadas inician este proceso frente a una gestión que es ampliamente cuestionada.

Aquí no se le cuestiona al alcalde por no ser parte de un grupo de rubios, ojiverdes o no tener abolengo, se lo cuestiona por incumplir sus funciones.  Y eso va más allá del fenotipo que él tenga.  (LGP)

Hay que recordarle al alcalde que así como los ciudadanos lo podemos elegir, también podemos solicitar su remoción”.

Al alcalde Jorge Yunda le falta conocer un poco más sobre el diseño institucional del Estado y la evolución de la democracia”.