Alrededor de 71 salarios básicos cuesta estudiar la universidad

Una carrera de 4 años puede significar una inversión de más de $28.000. Por eso, es importante que los padres ahorren desde los primeros.

La inversión para que un hijo estudie la universidad en una institución privada es de, en promedio, de más de $3.500 cada semestre. En total, en una carrera de 4 años, la familia deberá desembolsar el equivalente a 71 Salarios Básicos Unificados (SBU), es decir, alrededor de $28.400.

En ese monto solo toma en cuenta los gastos directos de los estudios (colegiatura, libros, matrícula), pero también existen gastos de transporte, vestimenta entre otros.

Solo cuatro de cada diez familias de clase media y alta en Ecuador ahorra para la educación de los hijos. Esto demuestra que, incluso en los sectores con más ingresos y nivel económico, hay poca educación financiera y planificación a futuro de gastos tan importantes como la educación.

Lourdes Armas, economista e investigadora en finanzas personales, explicó que la educación universitaria de los hijos se puede convertir en un gran peso, si no se comienza a ahorrar desde los primeros años.

“Si se compara el costo en dólares, Ecuador es uno de los países de Sudamérica con el costo más alto para completar una carrera universitaria. Solo economías como la de Chile, con un costo promedio de más de $32.000 son más costosas”, dijo.

Por eso te damos seis consejos para ahorrar para la universidad de tus hijos.

Ahorro

La primera recomendación es que lo más pronto posible, es decir, durante los primeros años de los hijos, se establezca un mecanismo para ir acumulando una reserva o fondo educativo.

Abrir un fideicomiso

La mejor opción de ahorro educativo es crear un fideicomiso, que es un fondo manejado por una empresa especializada. Se establece una cuota mensual y el dinero acumulado se invierte en acciones, bonos, entre otras.

Lo importante de esta figura es que tanto los rendimientos, como los recursos reunidos están libres del pago de impuestos. Además, pueden retirarse en cualquier momento si ocurre alguna emergencia.

Con un ahorro mensual de entre $40 y $50 se puede llegar a tener un fondo de más de $40.000 en 15 años. Así, la inversión en la universidad deja de ser una preocupación para los padres.

Asesorarse en finanzas

El ahorrar para la educación de los hijos es una inversión tan grande que los padres deben contar con una buena estrategia. Una correcta asesoría permitirá destinar una mayor proporción de los ingresos para cubrir la educación.

Debido a la falta de educación financiera, las familias ni siquiera saben cómo hacer un presupuesto mensual. Así, no tiene idea de cuál es su verdadera capacidad de endeudamiento y pago. Es decir, cuánto dinero tiene libre todos los meses para cosas que no sean los gastos básicos.

En términos prácticos, se recomienda que se destine entre el 10% y 20% de los ingresos netos (luego de cubrir los gastos fijos como vivienda y alimentación), para crear un ahorro educativo.

 Tomar resguardos sobre los años de estudio

Es posible que tus hijos quieran estudiar una especialidad de cuatro años. Pero, qué sucede si deben permanecer más tiempo en la universidad. Por eso, se recomienda que cuando se planifique el ahorro se tome en cuenta que los gastos universitarios pueden extenderse uno o dos años más. En otras palabras, si el costo proyectado es de $25.000 para la carrera, no está demás sumarle un ‘colchón’ adicional de unos $3.000 adicionales.

Belén Luzón, Jefe de Negocios de Cooperativa Andalucía, explicó que los padres deben  establecer un objetivo claro para el ahorro. Para esto, es necesario tomar en cuenta lo siguiente:

● Tipo de universidad a la que quieren que asistan sus hijos (pública o privada / nacional o extranjera)
● Tiempo de duración de la carrera
● Gastos adicionales como pensión o uso de herramientas tecnológicas

De esta manera, se puede tener una idea aproximada del monto y el tiempo que van a tener esa obligación con sus hijos a futuro.

Adicionalmente, como parte de la planificación financiera, se recomienda que la familia establezca un fondo de ahorro mensual, que puede ser entre el 10% y el 20% de su presupuesto, y que se puede destinar para los estudios de los hijos.

Fomentar la educación financiera

Si vas a tomar este gran paso de ahorrar, el primer requisito es ser ordenado con el dinero. No es fácil enseñar a los niños a manejar sus finanzas, por lo que es esencial educarlos desde pequeños para administrar bien sus fondos. Esto es importante porque eso provocará que sean más conscientes de lo que se tuvo que hacer para tener la mejor educación posible y el valor de cada centavo ahorrado.

Comenzar temprano

Para minimizar el impacto de pedir un préstamo se debe comenzar a ahorrar lo antes posible. Entre más pequeños sean tus hijos, más rendimientos puedes lograr. Expertos recomiendan ser consistentes en la estrategia con una regla: multiplicar la edad de tu hijo por US$2.000, para estimar cuánto debieras haber ahorrado para entonces.

Luzón comentó que una de las modalidades más efectivas son las cuentas de ahorro programado. Ese tipo de cuentas tienen una tasa de interés anual de hasta el 8,55%; y establecen un monto mínimo de ahorro mensual de $20.

Actualmente, un crédito educativo, a través de instituciones como Banco Pacífico, puede terminar pagándose en 15 años, y por las altas tasas, duplicar su valor. Es decir, si se endeudó por $15.000, lo más probable es que pague al menos $30.000

Dividir los ahorros en categorías equivalentes

Los economistas sugieren revisar los pequeños ítems de dinero que llenan la cuenta de la tarjeta de crédito mes a mes y preguntarse: ‘¿vale la pena comprar esto o preferiría que fuera al fondo de educación de mi hijo?’ Esa simple pregunta ayuda a establecer prioridades y asegurar que el dinero se gasta con sentido. (JS)