Más de la mitad de las personas que acceden a crédito en el país tiene ingresos de hasta $1.200

HECHO. El consumo y el crédito directo son importantes para la inclusión financiera.
HECHO. El consumo y el crédito directo son importantes para la inclusión financiera.

La puerta de entrada al crédito en el país son las casas comerciales. Los sectores de más bajos ingresos financian la compra de bienes por esa vía.

Uno de los grandes mitos alrededor del acceso al crédito en Ecuador es que en su mayoría constituye un privilegio de los sectores con más altos ingresos.

Sin embargo, el ‘Barómetro del acceso al crédito en el Ecuador’, elaborado en conjunto entre la Universidad Andina Simón Bolívar y Equifax, apunta a una realidad distinta y que deja claves sobre la economía nacional.

Dicho estudio determinó, con datos de los últimos cinco años, que 55 de cada 100 personas que consiguen financiamiento en el país tienen ingresos de hasta $1.200. Esto incluye desde las clases más populares hasta los sectores de la clase media profesional.

Rosa Almeida, microempresaria, por ejemplo, accedió a un crédito productivo para impulsar su naciente negocio de comidas a domicilio durante el último año.

“Acredité ingresos de $1.000 y accedí a un microcrédito para fondear mi emprendimiento. El monto no es grande, pero para mí fue decisivo para mantenerme a flote. Hace falta reducir los requisitos y la tramitología, pero si hay formas de conseguir financiamiento”, puntualizó.

Por su parte, los sectores que ganan más de $2.000 mensuales acceden al 24%de todos los créditos concedidos.

Puerta de entrada

Un aspecto poco examinado en el país es la función que cumplen las casas comerciales como el primer paso para acceder a un crédito en Ecuador.

Estos negocios otorgan montos pequeños, pero de gran impacto no solo para los ecuatorianos de ingresos medios. Un sector que se beneficia especialmente de ese financiamiento es el de ingresos de hasta $300 mensuales, es decir, que ganan menos del Salario Básico Unificado (SBU).

Además, la edad promedio de entrada para un crédito directo en ese tipo de negocios, con el fin de comprar desde un celular y ropa hasta un televisor, es de 20 años.

Por eso, de acuerdo con el estudio de la Universidad Andina y Equifax, el financiamiento de las casas comerciales es realmente uno de los factores más importantes para la inclusión financiera en el país.

Norma Echeverría, economista e investigadora en inclusión financiera, explicó que la progresión crediticia en los sectores más pobres y de clase media baja es comenzar por el consumo y, luego, ir hacia el financiamiento para un micronegocio.

“Se debe impulsar fuertemente la educación financiera, sobre todo en esos sectores, para que su primera experiencia crediticia no se vuelva una barrera, sino que le abra las puertas de más oportunidades. El consumo no es malo si está bien encaminado y la persona sabe lo que puede pagar y lo que no puede pagar”, puntualizó.

A pesar de sus montos pequeños, los créditos a través de casas comerciales sumaron 993.262 durante el primer semestre de 2022. Mientras tanto, los créditos bancarios llegaron a las 692.156 operaciones y los de las cooperativas sumaron 726.401 operaciones.

Recuperación importante

Si se toma en cuenta a bancos, cooperativas y casas comerciales, antes de la pandemia, el 38,98% de la Población Económicamente Activa (PEA) tenía al menos una operación de crédito vigente.

El porcentaje cayó al 31,81% durante el primer golpe de la COVID-19 en 2020. Sin embargo, actualmente se ha recuperado en más de 5 puntos hasta el 36,86%.

Esto, de acuerdo con Echeverría, no quiere decir que estén solucionados los problemas de inclusión financiera; pero sí representa una recuperación importante, aunque insuficiente, sobre todo en sectores como el microcrédito.

“Todavía un 60% de los sectores más pobres acuden al chulco o el crédito informal para financiar sus emprendimientos. Por eso, se necesita dejar de lado la política de techos en las tasas de interés porque en esos sectores es más importante el acceso que el costo en sí”, recalcó.

En este sentido, es mejor que se financien a una tasa más alta del 28% al 30% en la formalidad; antes de pagar hasta 1.200% en la informalidad, con menos garantías y muchas veces en manos de mafias. (JS)

Amazonía y Galápagos son los más excluidos del crédito

Del total de las operaciones de crédito, durante 2022, el 48,47% se concentraron en la Costa; mientras el 46,80% en la Sierra.

Esto deja un porcentaje mínimo para el resto de las regiones. Así, a la Amazonía solamente llegó el 4,57% de los créditos; mientras Galápagos recibió el 0,16%.

Por eso, uno de los retos del país será ampliar el acceso al financiamiento en esas zonas para que se desarrollen más emprendimientos y negocios con capacidad de generar empleo.

4,5 millones de operaciones de crédito se realizan en promedio al año en Ecuador.
Tomando en cuenta a bancos, cooperativas y casas comerciales, el monto promedio de un crédito es de $4.853

Distribución del acceso al crédito por nivel de ingreso

       
Segmento Porcentaje de los créditos    
Menos de $300 7,15%    
$3001 a $500 6,30%    
$501 a $800 25,16%    
$801 a $1.200 15,87%    
$1.201 a $2.000 22,21%    
$2001 a $3.000 12,19%    
Más de $3.000 11,11%