A Rafael Correa le salió competencia desde la Conaie

Leonidas Iza, es el líder de la Conaie
Leonidas Iza, es el líder de la Conaie

Las condiciones entre el nacimiento del correísmo y el primer triunfo de Leonidas Iza, son similares. La anti-política es el fondo.

Los Forajidos nacieron antes de la caída de Lucio Gutiérrez, en abril de 2005. En esos días había una inconformidad sin precedentes. Que se vayan todos, era el grito de los manifestantes en las calles.

Forajidos fueron quienes reclamaban al expresidente. El propio Coronel en servicio pasivo bautizó así a quienes fueron a reclamar a las puertas de su casa. Pese a que él no estaba en su vivienda, el escrache, en el norte de Quito, fue parte de la caída. En una semana estuvo fuera del poder.

La revuelta de los Forajidos no solo provocó la caída de Gutiérrez, sino el nacimiento del correísmo. Hay videos, de muchos quienes luego estuvieron en el poder, donde se los observa reclamando, organizando las protestas.

Aprovecharon muy bien la coyuntura. Transcurridos algunos meses, desde la izquierda especialmente, se fue afinando ese grito desesperado del ‘Que se vayan todos’. Llegó la anti-política. El discurso que prevaleció: anti-neoliberales, anti-banca, anti-políticos, anti-medios, anti todo.

En 2007 lo consiguieron. Llegaron al Gobierno. Toda la izquierda apoyó a Rafael Correa. Y empezó la traición que no ha terminado. Hicieron pactos oscuros con viejos políticos, la anti-política fue solo el pretexto para conseguir los votos. Tranzaron con el propio gutierrismo, ya vemos lo que pasó con Carlos Pólit, examigo de Gutiérrez.

El ser anti-neoliberales, anti-banca, anti-políticos, anti-medios, anti todo, quedó en nada. Es más, crearon castas. Con privilegios, con abolengos. Incluso, prisioneros de la euforia, se creían descendientes de Eloy Alfaro.

Los votantes, a quienes les prometieron un mejor país, recibieron corrupción, persecución y nuevos ricos.

Estructura intacta

Los correístas aseguran que Lenín Moreno, exvicepresidente de Correa, los traicionó en 2017. Pero la estructura quedó intacta. Así, Moreno gobernó cuatro años, sobre las bases del correísmo.

Con la llegada de Guillermo Lasso, en 2021, el correísmo se resiste a morir. Con una débil mayoría legislativa (menor que los anteriores años), los jerarcas fuera del Ecuador, sin personas que los reemplacen, no ha dejado de ser determinante para la democracia. Aunque sin propuestas que vayan más allá de los asuntos propios, de la decadente casta.

El contendor 

Ahora, se les vino la noche. Les salió competencia. Apareció su mayor contendor. Quien ejecutó lo que siempre quisieron hacer desde que se fue Rafael Correa a Bélgica: poner de rodillas a sus enemigos políticos y personales.

Leonidas Iza, el líder de la Conaie, el mayor comunista en el Ecuador, utiliza muy bien la victimización, la dictadura de lo políticamente correcto. Criticarlo se ha convertido en un pecado porque viste poncho y es racista. Porque habla por los pobres. Porque enfrenta a los malvados empresarios. A los irresponsables periodistas. Es anti-neoliberal, anti-banca, anti-políticos, anti-medios, anti-todo. Como lo fueron los correístas.

Con Iza no hay pasado. Solo presente. No existen 14 años de correísmo en los que destrozaron la economía y se robaron, literal, la plata de todos. O que atacaron al propia Conaie.

Como él es un mago, entonces exige lo mismo de sus enemigos políticos. No quiere un Presidente de la República, quiere un ‘Mago’ de la República. Tal como lo hacía el correísmo antes de 2007.

Por esto, no hay que menospreciarlo políticamente, ya que tiene tres años para crecer y cuenta con acompañamiento nacional e internacional. Ni siquiera el correísmo lo mira por encima del hombro, pese a que siente que le abrió un local en la acera del frente.

El presidente Guillermo Lasso ya lo advirtió: Iza protestará los cuatro años. El líder de la Conaie ya probó que los 14 años de correísmo y uno de Lasso, la crisis que no acaba, debe solucionarse con un paro, con salvoconductos, con separatismo, con bloqueos a Quito. Iza es el comunista que se beneficia de la democracia, con los diálogos, con el discurso ‘anti-todo’, con miras hacia el futuro. ¿Ya es la versión renovada de Correa? Están los indicios. (JC)