El Congreso terminó con una misa en la explanada del parque Bicentenario. Anunciaron el país que será la sede del próximo encuentro, en cuatro años.
El 15 de septiembre de 2024 culminó el 53º Congreso Eucarístico Internacional con una celebración eucarística en la explanada del parque Bicentenario, en el norte de Quito. Más de 25.000 fieles, ecuatorianos y extranjeros, se congregaron desde temprano para participar en la Statio Orbis, presidida por el cardenal Baltazar Porras Cardoso, Legado Pontificio.
El Cardenal destacó la importancia del encuentro internacional y agradeció al pueblo ecuatoriano por su hospitalidad. Subrayó que la fraternidad, tema central del Congreso, es un imperativo evangélico que debe guiar a los cristianos a replantear sus relaciones con los demás, especialmente en la ayuda a los más necesitados.
El Legado Pontificio también destacó la necesidad de cuidar la «casa común», haciendo referencia a la dimensión ecológica que surge de la fraternidad y a los sínodos de la Amazonía que abogan por la protección del ambiente.
El arzobispo de Quito, Alfredo Espinoza Mateus, agradeció a la Iglesia Universal y al pueblo ecuatoriano por el éxito del evento. Anunció además la creación de comedores comunitarios, llamados ‘El Pan de la Fraternidad’, como una de las acciones derivadas del Congreso.
Finalmente, se reveló que la ciudad de Sídney (Australia) será la sede del próximo Congreso Eucarístico Internacional en 2028, coincidiendo con el centenario de la primera vez que este país acogió el evento en 1928. (EC)