Año 2025: Oportunidad para reactivar la economía o para el cálculo político y el populismo

CRISIS. El bolsillo de los ecuatorianos seguirá golpeado si no se hacen reformas económicas estructurales en 2025.
CRISIS. El bolsillo de los ecuatorianos seguirá golpeado si no se hacen reformas económicas estructurales en 2025.

En el mejor de los casos, sumando la caída de 2024 y el escaso crecimiento proyectado para 2025, la economía ecuatoriana apenas aumentará 1,2% en dos años. A ese paso, se requerirán más de 102 años para igualar el PIB per cápita actual de Chile.

La economía ecuatoriana, luego de la caída de al menos -0,4% en 2024, y la proyección de un crecimiento mínimo del 1,6% en 2025, está ante una encrucijada.

Este 2025 es la oportunidad de que, como sociedad, de acuerdo con Andrés Mendoza, economista e investigador, “decidamos si de una vez por todas apostamos por reactivar la economía o seguimos con el populismo económico de siempre, en medio de un nuevo proceso electoral y el inicio de un nuevo Gobierno”.

Si se suma la caída de 2024 y la leve recuperación de 2025, el crecimiento económico acumulado en Ecuador, durante dos años, será, en el mejor de los casos, de 1,2%.

De acuerdo con Alberto Acosta Burneo, economista y editor de Análisis Semanal, si crecemos a ese ritmo nos tomará más de 102 años igualar el PIB per cápita que tiene actualmente Chile.

En otras palabras, si no se emprenden cambios estructurales, más de dos generaciones seguirán en su mayoría sobreviviendo en la informalidad, con bajos ingresos, y con un creciente número de jóvenes que piensan en irse del país antes que en trabajar para cambiar las cosas.

“Tenemos que hacer las cosas de manera diferente. Tenemos que acelerar el ritmo de crecimiento y eso se logra impulsando la competitividad. No se puede seguir castigando al sector productivo con más impuestos, como el incremento del ISD que está previsto para este 2025 para bienes e insumos de capital. Hay que transformar la política pública hacia cambios estructurales que prioricen el crecimiento”, apuntó Acosta Burneo.

¿La sociedad ecuatoriana está dispuesta a apostarle a la reactivación económica?

Estudios como ‘Adversidad Económica y Participación Electoral en América Latina’, elaborado por Hal Open Science, apuntan a que los gobiernos y las instituciones latinoamericanas, en años electorales, en la mayoría de los casos caen en la tentación de adoptar políticas populistas para mitigar el descontento de la población.

En contextos de crisis económica, los líderes políticos, con el aplauso de la mayoría de los ciudadanos, pueden recurrir a medidas de corto plazo y evitar reformas estructurales profundas para mantener o aumentar su base electoral.

En este 2025 electoral en Ecuador, con un presidente-candidato, estás tendencias se pueden profundizar. Pero, de acuerdo con Mendoza, esto sería un grave error porque, sin cambios estructurales, la economía ecuatoriana seguirá dando los mismos resultados: pobreza en los mismos niveles de 2014, más de 66% de la Población Económicamente Activa en la informalidad y el desempleo, récord de migración ilegal.

Por eso, Acosta Burneo aseveró que es momento de acabar con la receta fracasada de siempre, usada por gobiernos de «derecha» e izquierda en Ecuador.

“¿Para cuándo políticas que acaben con el apagón económico? Es hora de cambiar y para eso se necesitan: Reformas que incentiven la inversión; menos impuestos, más eficiencia en gasto; Innovación y apertura en sectores clave”, afirmó.

Ecuador está estancado y es más pobre que Colombia y Chile

En 1980, la economía ecuatoriana superaba a Colombia y Chile en PIB per cápita. Sin embargo, actualmente Ecuador tiene un PIB per cápita 25% por debajo de Colombia; 50% por debajo de Chile y Costa Rica.

Esta situación ya es insostenible y 2025, de acuerdo con Jaime Carrera, miembro del Observatorio de la Política Fiscal, es el año de decidir qué economía quieren los ecuatorianos.

“Se requiere un programa fiscal serio, muy serio, de disciplina absoluta para generar confianza, que baje el riesgo país, que vengan las inversiones y el país crezca. No hay otra alternativa. En 2025 se producirá un punto de inflexión donde los ecuatorianos deberán decidir qué tipo de economía y Estado quieren tener”, concluyó Carrera. (JS)

Hay que aprovechar el impulso de las exportaciones

Como las exportaciones han sido bastante resilientes, han permitido que se acumulen una cantidad de recursos que se han transformado en depósitos. Esto está presionando a la baja las tasas de interés

Esos recursos, según Alberto Acosta Burneo, economista y editor de Análisis Semanal, tienen el potencial de transformarse en créditos y ayudar a dinamizar la economía. Pero, para que eso sea posible se debe evitar la tentación de volver permanentes los impuestos temporales sobre las utilidades de bancos y cooperativas, impulsar la inversión reduciendo trabas burocráticas, entre otras reformas estructurales.

“El cambio está en nuestras manos. (Javier) Milei en su primer año en Argentina hizo 672 reformas normativas. Eso equivale 1,84 desregulaciones por día (¡fines de semana incluidos!)”, aseguró Acosta Burneo.

Así, para reactivar la economía no queda otro camino que el siguiente:

1 Desregular y simplificar trámites.

2 Internacionalizar el sistema financiero y liberar flujo de capitales.

3 Abrir mercados externos.

4 Modernizar las leyes laborales.

5 Contener el gasto público y competitividad tributaria.

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