Una revalorización a fondo

En días en los que las familias se reúnen en un ambiente que quiere exaltar la comprensión, la fraternidad, la solidaridad y la tolerancia, se informa sobre el creciente número de femicidios, abusos sexuales contra menores, violencia intrafamiliar, casos de desparecidos e inseguridad ciudadana. A este conjunto de serios problemas sociales se añaden las cifras de suicidios.

En Tungurahua se registran 61 casos, de los cuales 12 han sido adolescentes, en tanto en 2015 hubo 67 de estos trágicos casos. La baja autoestima y depresión son factores determinantes de esta tendencia. Ambos tienen como causales, entre otras, el desempleo, la violencia intrafamiliar, el alcoholismo, la pobreza, los divorcios y la drogadicción.

Esta es una situación que obliga a cuestionar las campañas y programas de prevención del Estado y la sociedad civil en todas sus instancias. Se tiene la sensación de que les falta visibilidad y fuerza, independientemente de recursos, para su debida socialización. El reencuentro familiar y comunitario no se canaliza con la eficiencia, la cercanía y la prontitud requeridas. Por tanto, se exige una revalorización de cada uno a fondo.

La difusión y concientización del problema son herramientas que hay que potenciar y diversificar. Los especialistas coinciden en que se debe trabajar en la identificación de los potenciales suicidas, en particular entre los jóvenes, se busque ayuda, se sepa qué protocolo seguir y dónde pueden obtener la debida atención y seguimiento. Del amor al prójimo se habla mucho, es hora de hacerlo realidad.


El que cree tener razón entre todas las cosas, la razón de las cosas desconoce”. Blaise Pascal. Filósofo y religioso francés (1623-1662)Jamás hay que discutir con un superior, pues se corre el riesgo de tener razón”. Marco Antonio Almazán. Escritor y diplomático mexicano (1922-1991)