Un caso de estudio

No es una tragedia al estilo shakesperiano, tampoco una radionovela como las del siglo pasado, ni siquiera un culebrón televisivo de amores frustrados o narcoguerra, se trata del tema de la distribución de las frecuencias de radio y televisión. El gobierno correísta dijo acabar con los monopolios que existían y controlaban la información, pero creó otros nuevos y a su servicio.

La lectura del borrador de un examen realizado por la Contraloría al concurso que arrancó en abril de 2016 apuntaría en esa dirección. El texto “puso contra la pared” a la Arcotel y al Cordicom. Se habla, para empezar, de la conformación de empresas poco antes del concurso convocado para otorgar 1.472 permisos de operación de frecuencias y en el que se favoreció a tres grupos.

Quienes tuvieron a su cargo el concurso no quisieron dar opiniones a la prensa, pues “solo se trata de un borrador”. Alguien deberá explicar también, pasada esta primera borrasca, sobre cierto reglamento que permitió a una transnacional sin capitales ecuatorianos hacerse de con un buen pedazo del pastel rifado en esa oportunidad. Eran tiempos en que se afirmaba “defender la soberanía nacional” y un largo etcétera patriótico.

Hay quienes reclaman reformas legales que prevengan la corrupción y permitan castigarla rápida y ejemplarmente cuando se detecte. Ahora un zurcido y mañana un remiendo conducen a situaciones tan pavorosas como esta que la Contraloría aspira (¿podrá?) a develar y tan complicada que acaso nuestros tribunales (¿llegará a ellos?) nunca podrán sancionar. Este caso puede dar para mucho estudio.


En la soledad no se encuentra más que lo que a la soledad se lleva”. Juan Ramón Jiménez Poeta español (1881-1958)

Al cansancio guerra que dar tienes con el alma, que siempre es vencedora”. Dante Alighieri Filósofo italiano (1265-1321)