Seguramente en este tiempo te estarás preguntando ¿Qué va a pasar con mis sueños y aspiraciones personales? ¿Se van a cumplir algún día? Creo que nadie en este mundo tendrá una respuesta contundente acerca de lo que va a pasar con nuestras vidas de aquí a unos meses o días, pues lo que antes parecía seguro ahora no lo es, en lo que antes se confiaba ahora ya ni siquiera existe o su esencia cambió drásticamente.
La vida se convirtió en una batalla constante de supervivencia diaria, cada día con su propio afán, en todos los ámbitos, sin dejar de lado que la vida siempre es, fue y será lo más importante que tenemos cada quien, porque o la vives o se te escapa a cada instante. Vivimos en el reto más grande como humanidad de crear nuevas formas para vivir, de acoplarnos a la realidad que atravesamos y que atravesaremos hasta un quién sabe cuándo.
Para unos los sueños que alguna vez trazaron tendrán que esperar un tiempo, tal vez los recursos escaseen, tal vez no se pueda hacerlo porque el vivir en distanciamiento es ley que no puede aplicarse a la esfera actual lo cual perjudica enormemente al ser violada, tal vez solamente por el simple hecho de que éste no era el tiempo para hacer eso que querías y anhelabas, y si alguno esperaba una señal para no invertir su dinero en algo, creo que ésta fue la mejor y más grande para no fracasar y convertir tu sueño en pesadilla.
El punto es que nuestros sueños siempre van a estar en lo más íntimo de nosotros, lo concebimos e idealizamos en cada momento, no importa lo que ocurra siempre van a estar allí, si alguna vez cambia es porque ese sueño no era lo más grande que alguna vez deseaste. Los que queremos alcanzarlos nunca dejaremos de trabajar por ellos y esperaremos a que se cumplan en el tiempo predestinado para lograrlos.