Siente el placer de robar

Seguimos el rezo de la cultura paternalista, dependiente y la conciencia de lo fácil: estudio, trabajo, producción fácil, sabiduría de la indisciplina, desorden familiar y social. Este es nuestro hábitat que nos imponemos dañando nuestras virtudes a pesar de vivir en un país de naturaleza variada, exuberante y un clima único.

¿Qué está pasando en el país? Deuda externa gigantesca, producción insuficiente del petróleo y precios bajos, alto porcentaje de desocupación. No hay industria, pandemia universal, deteriorada la economía, sin ahorros, educación de pésima calidad y reducción de presupuesto, malos servicios de salud, corrupción.

Ha sido escandalosa la ola de corrupción en estos momentos de incertidumbre y pobreza que vive el país.

¿Por qué roba esta gente? ¿Son megalómanos o peor? La megalomanía es un trastorno que no considera posición social o económica. La persona que lo padece soporta un impulso irrefrenable por robar y sentir placer. La mayoría de casos conocidos se han dado en mujeres que sustraen chucherías en tiendas, supermercados y hasta en la casa de familiares o amigos.

Antes del robo, el cleptómano padece de ansiedad que se convierten en “placer”. El goce los empuja a seguir robando. Después de la ratería, disminuye la ansiedad y aparecen los sentimientos de miedo y arrepentimiento.

Los funcionaros que en las últimas semanas han acaparado los medios de comunicación, no son cleptómanos. Son peor. No han robado chucherías. Pertenecen al crimen organizado. Forman un grupo de amigos y familiares que han conseguido riqueza y poder. Hacen su trabajo contra las leyes. Tienen a su disposición vínculos para evitar la justicia y el castigo por los delitos.

La corrupción y los corruptos, tienen seguidores alojados en el gobierno anterior y en el presente. Los últimos hechos han motivado el descontento social.

¿Qué les impulsa a los corruptos? Piensan que el dinero compra la felicidad. Dinero fácil y a corto plazo. Impunidad. No asumen valores éticos y morales. Para su beneficio han manejado a la administración pública deficiente. Están convencidos que robar es el éxito superior.

La corrupción carcome la democracia y el estado de derecho. Abre puertas a las violaciones de los derechos humanos. Deforma los mercados. Perjudica la calidad de vida y permite el avance de la delincuencia organizada, el terrorismo y otras amenazas a la seguridad.

Este fenómeno existe en todos los países. La corrupción afecta más a los pobres porque desvía los fondos destinados al desarrollo. Alimenta la desigualdad, la injusticia y desalienta la inversión y la ayuda extranjera. La corrupción es un componente clave del bajo rendimiento y un obstáculo para combatir la pobreza.