Sentencia, reacciones y cinismo

SHAKESPEARE ABARCA CORDOVA

Estamos en los días de Navidad y fin de año, es tiempo de paz y reconciliación, es cierto, pero al decir de un poeta esmeraldeño: “cómo hablar del tiempo de las rosas si sus espinas se clavan en el alma…” si sabemos que el correísmo hizo una preventa de petróleo comprometiendo el 97% de la producción, en otras palabras en la década robada gastaron lo que había y lo que no había, hipotecando el futuro de los niños ecuatorianos de manera cruelmente irresponsable, de esos niños que en esta Navidad homenajeamos, que perspectivas económicas le esperan al actual gobierno, no podrá hacer milagros si del principal rubro económico del país le queda solo un insignificante 3%, esa es la real herencia correísta, las dolorosas secuelas de una década de abusos, atropellos, despilfarro y corrupción.

Continuando con el análisis a la sentencia de seis años a JG: son más de 30 millones de dólares en sobornos que los implicados en el caso Odebrecht deben responder, de allí se desprende que 13 millones son responsabilidad absoluta del exvicepresidente, tomando en cuenta las dificultades para la recuperación de esa suma, seis años de condena son una burla al pueblo ecuatoriano, cada año en prisión representaría 2,16 millones de dólares, es decir, un sueldo mensual para Glas por estar detenido cercano a los 200.000 dólares y ya sabemos como son las prisiones para los delincuentes de cuello blanco, amplias celdas full equipo, salidas a las 10 pm y retorno a las 5 am, fines de semana libres, etc. Con el capital mal habido seguro en algún banco extranjero o enterrado bajo el piso de alguna lujosa mansión.

Si eso indigna, más indignantes son las últimas declaraciones de Correa: eleva un reclamo ante la OEA, porque según él en Ecuador se ha roto el sistema democrático no existe independencia de poderes, tiene la insultante desfachatez de comparar al gobierno de Lenín Moreno con el de Pinochet, que la consulta popular es inconstitucional, que atropella derechos humanos y más desmesuras propias de un trasnochado. Primero descalifican a la OEA, manifestando que este organismo no sirve para nada, buscan desaparecerla, pero hoy van tras sus favores, se olvidan cómo manipulaban sin escrúpulos todos los poderes del Estado, de la persecución y escarnio a los librepensadores, de cómo propició la corrupción, etc. Pero Ecuador ya no come cuentos, esas declaraciones son producto de grave daño mental o del cinismo en su máxima y más aberrante expresión.

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