Señor alcalde, señor Erazo

XAVIER MORÁN FERNÁNDEZ

Señor Alcalde dirijo estos comentarios a nombre de miles de voces que perciben en este corto periodo de su administración, que usted ha tomado ciertas decisiones que van en detrimento con los principios de la buena gobernanza, la ética, la responsabilidad de un gobernante para con la sociedad; estos enunciados no tienen la intención de quebrantar su autoridad, pero en ellos está la necesidad implícita que revea, mejore y tome decisiones con acierto y en beneficio de la colectividad, que somos sus mandantes.

Nos llama la atención la rifa por decirlo así de espacios públicos (redondeles, puentes peatonales) en beneficio de ciertas empresas, que tienen estrecha relación con miembros de su administración y cabildo, sin hasta ahora saber qué tipo de beneficios ha traído a la ciudad estas negociaciones, pero es notorio el beneficio que están obteniendo los famosos empresarios, lástima que exista un cabildo sin voz, sin raciocinio y mucho menos liderazgo.

Subió los impuestos prediales sin existir siquiera un estudio técnico que avale tal decisión, pero la terquedad y el capricho le ganó señor Alcalde, al final entre gallos y medianoche buscaron chivos expiatorios, pero déjeme decirle que su imagen quedó vulnerada.

Igual sucedió con el famoso parque ecológico, a pesar de no existir apoyo de la ciudadanía, su ego “técnico” pudo más, veamos los resultados a mediano plazo, esperamos equivocarnos.

Actualmente hay dos temas cruciales que conllevan a un fin específico, el beneficio de sus compadres y amigos con estas decisiones, usted cree que la ciudadanía come gato, no señor Alcalde, lo del Bombolí es una crueldad a la naturaleza que desea usted hacer, ahí reposan aún las bases de su famoso Cristo; y ahora con el cuento de la ampliación del perímetro urbano, cuando ni siquiera existen estudios técnicos para esto, que ironía siendo usted un “técnico”.

Señor Erazo, el ego es bueno mantenerlo como punto de referencia de la esencia de uno, ser ególatra es un grave problema que lamentablemente usted lo padece; señor Erazo, usted es empresario, pero recuerde que el Municipio no es su hacienda.