Rodrigo Contero Peñafiel
Los principios filosóficos de la Seguridad Social: universalidad, solidaridad, integridad, unidad, sostenibilidad, oportunidad, eficacia, suficiencia e igualdad, constituyen la base del bienestar de los pueblos. La universalidad amplía la cobertura a la población sin discriminación y compromete al Estado a financiarla en el presupuesto de cada año. La sostenibilidad del sistema se garantiza con una administración técnica que invierta los recursos previsionales de los afiliados con racionalidad y eficiencia.
Las pensiones jubilares se cubren con los aportes de afiliados y empleadores; cada generación activa paga a la anterior y recibe de la siguiente. El cálculo matemático actuarial determina el manejo de los fondos de los afiliados, previniendo en el futuro un posible desfinanciamiento. Los aportes se acumulan e invierten para garantizar el pago de pensiones y la atención médica de afiliados y jubilados.
La Ley de Seguridad Social establece quiénes deben ser afiliados y quiénes pueden hacerlo voluntariamente, evitando un posible colapso del sistema. El incremento de nuevas prestaciones económicas y de salud, realizadas sin sustento técnico, obliga al IESS a adoptar medidas urgentes con un estudio actualizado. La deuda del Estado, los convenios firmados con otras instituciones y que no se cumplen agravan los problemas.
La Contraloría General del Estado ha observado la falta de control, el traspaso ilegal de recursos de un fondo a otro, el incumplimiento en transferencias y en el manejo del fondo de pensiones, la nula gestión para determinar la deuda total en el fondo de salud, la desinversión del BIESS de 4.282 millones de sus ahorros para cubrir gastos operacionales y prestacionales, puesto que el Consejo Directivo aprobó una normativa que redujo el porcentaje de aportación al fondo de pensiones de 9,75% al 5,86 %.
El Dr. Marco Proaño Maya señala: “Nunca como en la última década, el IESS sufrió golpes tan fuertes para su sostenibilidad y a la vigencia de sus principios. La institución fue tratada como una fuente de liquidez del gobierno de turno, gracias a un entramado de mañosería a beneficio del poder”.