Seguimos hundiéndonos

Se dice que la desgracia nunca viene sola, siempre viene acompañada. Lamentablemente para el Ecuador esto le ha venido sucediendo en los últimos tiempos, pero con el brote de la epidemia que ha dejado al descubierto la falta de interés en temas de salud ha hecho que nos encontremos a nivel internacional en las primeras planas, demostrado la despreocupación del Estado por sus ciudadanos, la falta de buenos y correctos gobernantes es lo que hemos y seguiremos adoleciendo, poniendo en jaque a la sociedad, para colmo la baja del precio del petróleo ha diluido el presupuesto, por lo menos para este año, el despido laboral, el aumento del desempleo, un estado de vida en temor, encierro y desconcierto se ha rematado con el derrame de petrolero que ha sucedió el pasado 27 de abril en la provincia de Orellana, dejando a un país, que en otro hora, era de esplendor, vida y progreso, hoy se está hundiendo con tanto desastre que ha tenido que soportar.

Sin justificar y menos desaprobar pueblos y organizaciones indígenas de nuestra Amazonía han planteado una demanda el miércoles 29 de abril contra el Estado ecuatoriano exigiendo que se remedie el derrame petrolero que ha provocado la contaminación del agua y su uso, el daño al ambiente y los efectos a la naturaleza, la afectación a las comunidades indígenas y el derecho de las personas en vivir en un ambiente sano y ecológicamente equilibrado, incluido la mala respuesta del Estado frente a una irresponsable atención en la explotación del petróleo, exigiendo la urgente remediación ambiental y la solución para la reparación y reubicación de los oleoductos, sin olvidarnos de la indemnización que tocará pagar y que será un monto cuantioso que soportarán las arcas del Ecuador haciendo que el futuro de la población se vea reducido, sin existir aún aquella luz al fondo del camino que todos queremos mirar.