DIANA LUZURIAGA VERA
Hoy se conmemora el descubrimiento del poderoso río Amazonas, considerado el río más extenso y caudaloso del mundo, tiene aproximadamente 7. 020 kilómetros de longitud. Su importancia radica en el sustento que brinda a la selva amazónica de nueve países entre ellos Ecuador, además aporta el 20 por ciento del agua dulce de la Tierra.
Como la mayoría de descubrimientos éste no fue planificado, en la época de la colonia los indios comentaban sobre la existencia del “Dorado” el país de la canela, decían que los caciques se bañaban en oro, lo que llevó a los españoles a emprender una travesía en búsqueda de riquezas. Francisco de Orellana inició la expedición con 53 indígenas y sin proponérselo descubrió el majestuoso río, el 12 de febrero de 1542. Inicialmente lo nombraron “río San Francisco de Quito”, pero el ataque de un grupo de mujeres guerreras “Las Amazonas”, hizo que se cambie su nombre por río Amazonas.
Se han cumplido 478 años del descubrimiento de este río, y vemos con profunda preocupación y tristeza como su selva es destruida, más de 76.620 incendios (2019), la desforestación, que avanza sobre 87 mil hectáreas, provocando pérdida de la biodiversidad y poniendo en riesgo de desaparición a culturas indígenas que son invadidas. Los habitantes ribereños del Amazonas tienen que enfrentarse sin tregua a los ataques, actualmente el gobierno de Perú impulsa la puesta en marcha de una hidrovía que atenta contra su supervivencia.
Los gobernantes deben entender que las selvas tropicales y los océanos conforman el clima, son sus reguladores naturales, por lo que la protección absoluta de ríos y bosques es cuestión de vida, frenar el cambio climático pasa por mantener vivas estas grandes reservas tropicales.