¡Qué candidato!

En 1797, George Washington, elegido como primer Presidente de los Estados Unidos, comunicó una visión que ha orientado la historia de ese gran país: “Si continuamos formando una sola nación, regida por un gobierno fuerte, no está lejos el tiempo en que nada tendremos que temer de nadie. Entonces estaremos en posición de elegir la paz o la guerra, sin tomar otra guía a nuestras acciones que nuestros intereses y la justicia”.

Con políticas sostenidas y estrategias de largo plazo, en 1803 compró Luisiana a Francia; en 1819, adquirió Florida a España; en 1845, se anexó Texas y, luego de la guerra con México (1846-1848), se hizo de California. En 1898, compró Alaska a Rusia. Luego de la Primera Guerra mundial, emergió como una potencia mundial; al final de la Segunda Guerra pasó a ser la primera potencia, posición en la que se consolidó con el colapso de la Unión Soviética.

Como todo Estado, ha tenido buenos y malos presidentes, pero ha sostenido una clara visión del interés nacional y un mismo propósito estratégico, al margen del partido que lo gobierne. Hoy enfrenta un nuevo proceso electoral, con un candidato con perfil de estadista, Joseph Robinette Biden Jr. Fue miembro del Consejo del condado de New Castle, de 1970 a 1972; ese año se presentó al Senado por el Partido Demócrata, convirtiéndose en uno de los senadores más jóvenes de la historia de EE.UU., y fue reelecto por cinco ocasiones. Entre 1987 y 1995 presidió el Comité de Asuntos Judiciales del Senado, donde destacó por la defensa de los derechos civiles y la lucha contra el terrorismo, el crimen organizado y el narcotráfico. Luego, presidió el Comité de Relaciones Exteriores y, en esa condición, apoyó a presidentes republicanos y demócratas en temas globales.

El 20 de enero de 2009, Joe Biden juró como vicepresidente de la nación, cargo que desempeñó hasta 2017. En su reciente discurso de apoyo, Barak Obama elogió su labor como vicepresidente. “Durante ocho años, Joe fue la última persona en la sala cuando enfrentaba una decisión importante. Él me hizo un mejor presidente… tiene el carácter y la experiencia para hacernos un mejor país”, dijo.

Como todo ser humano, tendrá claros y oscuros en su vida personal y política, pero su capacidad para liderar el país hacia sus objetivos de seguridad y desarrollo, es evidente. ¡Ojalá pudiésemos decir lo mismo de alguno de nuestros candidatos!