Pungarayacu

En la industria petrolera hay mucha complejidad y no resulta un asunto simple como muchos creen. Ecuador dispone, en el campo conocido como Pungarayacu, de casi 6.500 millones de barriles de reservas de un crudo “extra pesado”, es decir algo cercano a la densidad de lo sólido, que con la metodología convencional es imposible moverlo hacia la superficie, esto determinó el fracaso de la compañía Ivanhoe; sin embargo, al parecer se pretende buscar un inversor grande que arriesgue en esta aventura, lo que resulta aún más difícil en tiempos en los que el mercado anda deprimido.


Sin embargo, el criterio de un especialista serio, como el ingeniero Fernando Reyes, sugiere que esto no sería lo aconsejable, ya que “existen al menos tres alternativas tecnológicas, que deberían evaluarse con planes piloto de bajo costo, aprovechando los mismos pozos que realizó la compañía antes mencionada”, para tratar de hallar la forma adecuada de extracción de este petróleo casi compacto, que contiene este enorme yacimiento que ha sido conocido desde los años cuarenta del siglo pasado, cuando la empresa holandesa Shell anduvo por esos lares y no tenían aún idea de cómo explotar ese tipo de yacimientos.


Sería muy conveniente analizar las alternativas más adecuadas para la explotación de esta grande reserva, a fin de no volver a equivocar como pasó con la anterior empresa, cuyos métodos no alcanzaron el objetivo deseado, pese a todos los intentos realizados y las novedosas tecnologías empleadas. Para el lector profano es necesario hacer notar lo señalado por Reyes, que “la estrategia de desarrollo y explotación de este campo no tiene nada de parecido a la que se está aplicando en los campos maduros”, donde fluye el petróleo por la propia presión del yacimiento.


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