Rebeca Díaz García
La conferencia internacional del cambio climático COP21 que inicia hoy en París , convoca representantes de más de 195 naciones que buscarán acuerdos para definir y garantizar las acciones conjuntas que deberán implementarse a partir del 2020, en el marco de un nuevo instrumento internacional que reemplace al ignorado protocolo de Kyoto.
Los activistas a nivel mundial realizarán manifestaciones públicas para visibilizar el apoyo a las iniciativas que frenen el calentamiento global y acuerdos anteriores que promueven la disminución de emisiones del CO2 por parte de países industrializados. En Francia las expresiones adquieren una especial connotación, por la campaña simbólica inspirada por el Papa que invita a caminar hacia la conservación ambiental; también, por las medidas extremas de seguridad para proteger el normal desenvolvimiento del evento y crear un clima de esperanza en la población.
La importante cita que convoca a representantes de los países desarrollados, involucrados en la producción de gases de efecto invernadero, ya cuenta con una iniciativa que muestra la voluntad política del G7 para limitar el consumo de combustibles fósiles. Los compromisos logrados serían implementados a mediano y largo plazo (2020- 2050); las posiciones discordantes se relacionan con el financiamiento de los proyectos y valoración del carbono.
Así, la propuesta de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que será expuesta por el Mandatario Ecuatoriano, denominada Justicia ambiental, demandará estrategias diplomáticas de alto nivel para sostenerse, debido a la frontalidad en la exigencia de sanciones a países que sigan emitiendo CO2 y de medidas compensatorias para las iniciativas que eviten emisiones.
La comitiva del Ecuador se propone retomar el proyecto Yasuní, resaltando esta iniciativa pionera que busca apoyo internacional, en calidad de compensación por conservar la reserva; además, pretende obtener aportes de los países industrializados para continuar acciones ambientales de preservación y reforestación implementadas en el 5% del territorio nacional, con una inversión de setenta y 3 millones de dólares.
Los países representados en la cumbre climática tienen la responsabilidad histórica de lograr acuerdos para preservar la naturaleza y mitigar los efectos del calentamiento global.