No queremos líderes que se ‘reenfoquen’ o ‘den un giro, aconsejados por la prudencia’, sino que sean en verdad honrados, eficientes y sensibles administradores de la cosa pública, aquejada por falta de transparencia, discrecionalidad, cinismo y traición a los caros intereses nacionales y locales.
La política pública aterriza en presupuesto y busca modificar realidades: desarrollo económico autónomo sustentable, no pobreza ni callejizados y bajar inseguridad; humanización de cárceles; más educación y profesionales de la salud y hospitales públicos; agua potable por tubería a toda provincia; no deforestación; no tráfico de especies silvestres; IVA diferenciado; recursos para proteger madres abandonadas y erradicar aborto; eliminar libre remoción; fortalecer la organización barrial con recursos entregados por GADs, e institucionalidad.
Diego Valdivieso Anda