Pesadilla

La pandemia Covid-19 descalabró al país que nunca estuvo preparado para atender a miles de contagiados y centenares de muertos. La pesadilla continuará hasta cuando haya una vacuna segura que no provenga de Bill Gates.

Se agrava la situación con medidas adoptadas por el equipo económico de la derecha neoliberal del presidente Moreno que desgastan su aceptación, y ponen en peligro su estabilidad, al generar profundo rechazo al recorte presupuestario de las universidades públicas que movilizan a estudiantes, profesores y trabajadores. La Central inició el proceso que sólo se detendrá cuando se restituya, íntegramente, su presupuesto.

Otras actitudes y propuestas incrementan la pesadilla, el descontento y el rechazo: impuestos que perjudican al pueblo, contribuciones que aumentarán la pobreza de los empleados públicos, despidos generalizados en los sectores privados que jamás aceptan contribuir porque a los empresarios latinoamericanos no les gusta pagar nada y, para agravar la dramática situación, se pretende destruir al IESS en el proyecto de Ley Orgánica para el Ordenamiento de las Finanzas Públicas, con la que se pretende que el IESS sea una institución pública en la que el Estado pueda meter mano cuando quiera, incluso privatizarlo.

El proyecto que debate la Asamblea es inconstitucional por el fondo y por la forma. Viola la totalidad de la Sección Tercera de la Constitución sobre la Seguridad Social y en especial los artículos 370, que ordena su autonomía; 371, sobre las prestaciones de la seguridad social y su financiamiento; y el 372, que dice que los fondos y reservas del IESS son propios y distintos de los del fisco. La pesadilla continúa con bárbaras repercusiones, en especial, para jubilados y pensionistas.

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