Personalidad perversa

Rodrigo Contero Peñafiel

Se la conoce también como amoral o locura moral. El perverso es un individuo con tendencias antisociales, desobediente, egoísta, indiferente a las normas y exigencias sociales, siente placer cuando causa daño a otras personas, su capacidad inhibitoria cortical le impide mantener cánones de conducta adecuados, es embustero e inmoral, no conoce la compasión, es indiferente y frío ante el sufrimiento de los seres humanos, casi siempre se debe a su baja inteligencia, la cual no le permite conocer las normas sociales de convivencia humana.

El sufrimiento del pueblo venezolano nos lleva a pensar que estamos ante un caso típico de la historia pasada, donde la suspicacia del “líder” se ve estimulada por la naturaleza de su conducta estratégica y diplomática, su ira va acompañada del deseo de venganza y revancha contra rivales, opositores y desleales. Las amenazas y represalias con las que actúa provocan miedo en la población que se ve obligada a emigrar a otros países en busca de alimentación, vestimenta, medicinas, protección y seguridad que les hace falta.

La suspicacia de la persona perversa puede llevar a agotar los recursos económicos de una nación a través de mega sueldos a la burocracia civil y militar sometida al poder por el derroche fiscal, la corrupción y la compra de armamento para defender la razón de ser del populismo. Hitler, Mussolini, Perón, Ortega, Morales, Maduro, Correa son entre otros claros ejemplos de la historia reciente de opresión, despilfarro y anarquía que han sumido a sus pueblos en el retraso.

Vale recordar frases célebres que Mussolini repetía con frecuencia: “Me parezco a los animales, olfateo los momentos propicios, sigo mi instinto y nunca me equivoco”, así muchas personas perversas dicen hablar con aves o mariposas; “He dispuesto: prosperidad económica, adelantos culturales o la victoria militar”, algunos han destruido la economía de sus países con el predominio de la corrupción, sueldos dorados a sus amigos, un manto de impunidad en la justicia. Cuando la paranoia está presente en la política es imposible mediar con el dictador por medios pacíficos y normales.

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