Periodistas

Profesión nacida para el servicio, pero pervertida en su ejercicio. Pocos son los que ejercen buscando la verdad que siempre está oculta en el poder, otros la usan para su beneficio sin importar ser serviles.

En el marco de los gremios profesionales vienen ocurriendo cosas inverosímiles fuera de toda ética. En el Colegio de Pichincha, que no agrupa ni a la veinteava parte de graduados, se dan una serie de arbitrariedades imposibles de entender si hubiese un estado de derecho y la justicia fuese independiente de fuerzas que tuercen sentencias.

En el mundo, el periodismo auténtico afronta presiones de gobiernos que buscan ocultar cosas, vemos ataques contra el Washington Post y el New York Times o la Folha de Sao Paulo y O Globo.

Aquí, la intromisión de funcionarios gubernamentales es solapada contra el cambio de directiva del CPP donde, sin mediar razón legal, se prolongó la directiva, como hizo anteriormente otra señora que ahora funge de directiva vitalicia de la Federación, por autonombramiento en la facción Sierra, porque la del Litoral al menos tiene el respaldo de todos los colegios de la zona, con más de cuatrocientos agremiados.

La intromisión de la política en los gremios no tiene sentido. El que cada agremiado tenga su criterio no debe afectar la imparcialidad de los hechos. Por tanto, asumir posiciones sectarias, sin críticas y lisonjeras con el poder es anti ético. El periodista Francisco Herrera hace una denuncia sobre la intromisión frontal de Fundamedios en los gremios, cuando se conoce que organizaciones como esta son parte de los servicios extranjeros que las crean y mantienen con el objetivo de lograr sus fines. Los periodistas, que en el campo arriesgan todo, son los auténticos.

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