Paja y ceniza

Eduardo F. Naranjo C.

¿Qué mundo estamos viviendo? Nadie que use la razón entiende. Hay disparos informáticos desde todos los ángulos que, posiblemente, reflejan las emociones de cada actor, de tal forma que, como espectadores, estamos ante un circo de falsedades que nadie entiende. Buena parte se trata de engaños políticos y mentiras sin rubor, para tener a todos con la boca abierta y en tanto meter piedras en los cerebros anquilosados por la falta de información válida.

Vivimos una semana de escándalos que no servirán para construir sociedad. En tanto, los más “vivos” se mueren de risa al saber que toda la masa es vulnerable y traga cuentos. Lo único verdadero será exponer pruebas, lo que nos acerca a lograr “evidencia certificada” de que determinados hechos fueron ilícitos y no especular con una seudo verdad, “fakenews”, que es la vieja y larga historia de la manipulación de los creyentes.

El país requiere una catarsis que le lleve a pensar. Si al final se encuentra con que hay que incinerar a todos, hay que hacerlo. ¿Quién entonces nos dirá algo que nos guste o que nos parezca válido? Lo que falta es acción o cabe pensar que todos somos zombis del pensamiento de las extremas derechas o izquierdas, conceptos difusos. Hay creyentes que son comunistas y ateos que son capitalistas.

En realidad, la creencia religiosa no tiene que ver con la calidad humana. Hay blancos que se creen indios e indios que se creen blancos y eso ¿qué importa, si la solución no está allí, sino en crear un concepto unitario de país, impermeable en cuanto a las acciones que el medio corrupto propone? ¿Será eso posible? Algunos medios de comunicación ensayan a ser cómplices de una sociedad que se desmorona poco a poco, sin saber cuál será su destino final.

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