Mujeres periodistas

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Mujeres periodistas

Hace unas décadas los medios de comunicación eran espacios predominantemente masculinos. En ellos se reafirmaba la idea de que las mujeres eran demasiado “frágiles” o “delicadas” como para ejercer un oficio que exigía rudeza y valentía. La historia se ha encargado de desbancar estas ideas.


Katharine Graham, periodista estadounidense y editora de uno de los periódicos más prestigiosos de su país, ‘The Washington Post’, es un ejemplo de la lucha contra los discursos discriminatorios. Su padre, el banquero Eugen Meyer, adquirió el rotativo en una subasta en 1933. Siete años después le ofreció el puesto de director a su yerno Philip Graham, por considerar que una mujer no podía asumir un cargo de esa naturaleza.


El matrimonio trabajó arduamente para convertir el diario en un emporio, pero la situación se complicó cuando Philip sufrió una depresión maniática, se dedicó al alcohol y se suicidó en 1963. Katharine asumió la presidencia de la empresa. Sus arriesgadas decisiones aplacaron los comentarios sexistas que ponían en duda su liderazgo.


En 1971 publicó un documento secreto sobre la Guerra de Vietnam y, en 1972, respaldó a los periodistas Carl Bernstein y Bob Woodward en el caso ‘Watergate’. Por estas acciones tuvo que enfrentar amenazas y presiones del expresidente Richard Nixon.


Al igual que Katharine Graham, periodistas, como Zaina Erhaim (Siria), Kathy Gannon (Canadá) y Marcela Turati (México) han demostrado que su labor es impecable y que están llenas de valor.


La batalla de las mujeres periodistas continúa. Pelean contra la censura, el asesinato, el acoso sexual y la exclusión por embarazo. Cada una de sus conquistas contribuye a la construcción de una sociedad en la que puedan trabajar sin que su condición femenina sea un riesgo o un obstáculo.


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