El emperador de turno, Donald Trump, con total prepotencia reconoció a Jerusalén como capital de Israel, una decisión que liquida el statu quo y despierta la ira palestino-árabe y el repudio mundial al imperio. Trump y Netanyahu son dos siniestros personajes que se unieron para martirizar al pueblo palestino y provocar la reacción árabe.
El emperador es el responsable de las protestas que fueron convocadas por grupos palestinos, que llamaron a un ‘Día de la ira’ en rechazo a la decisión de Donald Trump. Palestina tiene la solidaridad y apoyo de casi todos los pueblos del mundo.
Con total miseria moral, Trump advirtió a países libres y soberanos que cortará todo apoyo financiero a los que voten en la Asamblea General de las Naciones Unidas en contra de su loca decisión de declarar a Jerusalén como capital de Israel. Dijo: “Toman cientos de millones de dólares e incluso miles de millones de dólares y luego votan contra nosotros”, como si la dignidad de los pueblos, la justicia y la verdad estuviesen en venta.
La Asamblea General de la ONU realizada el jueves 21 de diciembre de 2017 aisló internacionalmente a Estados Unidos y su prepotencia. La decisión de Trump fue condenada por 128 países, 9 votaron a favor de Estados Unidos, 35 países se abstuvieron y 12, simplemente, no se presentaron. “128 contra nueve, esto es un duro golpe para Estados Unidos”, dijo el embajador palestino ante la ONU, Riyad Mansur, según una reseña de la AP.
Es una vergüenza para América Latina que los gobiernos cipayos de Honduras y Guatemala hayan votado a favor de Trump y su descabellada decisión. Anuncian que trasladarán sus embajadas a Jerusalén.
Miseria moral es que el presidente Kuczinski haya indultado a Fujimori debido a negociaciones para mantenerse en el poder con votos de fujimoristas.