Medio año de lucha por la vida

Casi 360 días el planeta ha enfrentado a un enemigo desconocido, al cual se hace imposible para los humanos vencer. Los integrantes de todas las naciones luchan contra una de las agresiones más duras de su historia y las posibilidades de éxito no encuentran el camino que todas desearían.

Lo más grave radica en que en el fondo los intereses económicos antes que el porvenir de los seres racionales, han sido tratados como objetivo primordial. Parece increíble que el hombre se ha convertido en el propio verdugo de la especie llamada racional, que hace prevalecer sus ambiciones económicas antes que la supervivencia mundial.

El precio del petróleo ha llegado a su punto más bajo de todos los tiempos, en provecho de no se sabe quién, pero en todo caso es en perjuicio de la mayoría universal y en detrimento de los intereses colectivos.

Seguimos insistiendo en que la raza supuestamente privilegiada, no puede proseguir administrada por grupúsculo de poder, que como gran manifestación científica se manifestaron en Hiroshima y Nagasaki con lo cual supuestamente se puso fin a la segunda guerra mundial.

En el manejo político y económico de todos los pueblos debe haber representantes de la humanidad que gocen de virtudes similares no de aquellos que consideran al capital como la única meta a conseguir el dominio de los menos favorecidos de la sociedad.

Una organización que aspira beneficiar a la mayoría debe estar representada por valores éticos que tengan supremacía moral sobre cualquier otro concepto. Cualquier peste que volviese a manifestarse en el futuro no tendrá éxito, si la lucha arranca con bases morales indiscutibles y ciclópeas.

Ecuador debe estar en la línea de los buenos, lo que es lo mismo de los honestos que encabezan toda norma moral en bien de toda la humanidad.