El coronavirus, con la secuela del consiguiente confinamiento en nuestros hogares, ha traído una serie de modificaciones a nuestro estilo de vida.
Por ejemplo, en mi caso, en que buena parte de mi tiempo lo pasaba en aeropuertos, aviones y hoteles, viajando por el mundo entero, el cambio ha sido drástico y podría que decir que hasta dramático, sin un horizonte de volver a tener las mismas posibilidades en un futuro cercano y hasta mediato.
En todo caso, creo que no hay persona en el planeta que no haya tenido que hacer, aunque sea una pequeña alteración en su rutina de vida.
Muchos de esos cambios generan desasosiego, estrés, incertidumbre, angustia, un no saber qué hacer ni cómo hacerlo. Para ello no importan ni la edad, ni la profesión, ni la condición social.
Frente a esta disyuntiva, Fundación Fidal ha creado un espacio que hemos denominado ‘Mapas de vida’. Como no podía ser de otra forma, es un espacio online, nos valemos de la plataforma Zoom, que se ha transformado también en el “pan nuestro de cada día” para ofrecer, una vez por semana, los miércoles, una sesión de consejería, de descubrimientos, en la que expertos de diferentes países (Colombia, Ecuador, Argentina, España, entre otros) exponen en común situaciones complejas, derivadas del confinamiento y de la incertidumbre, para luego ofrecer alternativas y recomponer nuestros ‘Mapas de Vida’.
Las circunstancias a las que nos vemos abocados, nos están deparando la capacidad de crear espacios de apoyo, de intercambio de experiencias, de riqueza interior puesta a flor de piel para apoyar a los otros.
El soporte que brindemos o que podamos conseguir, siempre coadyuvará a encontrar salidas, una mayor aceptación que no quiere decir conformismo, frente a lo que afrontamos y la capacidad de encontrar las opciones que traen las crisis, pensando en que éstas pueden generar otras oportunidades.
El Covid-19 vino para quedarse, lo importante es que nosotros desarrollemos inmunidades, aprendizajes, seamos proactivos y capaces de reconstruir o crear nuevos Mapas de Vida.