Los partidos políticos

Es hora ya de que contemos con partidos políticos serios y es de esperar de ellos se expresen con claridad y sencillez, sin las destempladas frases del discurso demagógico y politiquero, propósitos y principios políticos para que Ecuador sea una tierra de paz y de fraternidad. Alfredo Pérez Guerrero, en sus ‘Lecciones de Libertad’ nos decía: “Debemos con partidos serios y pocos, creer que cada partido y grupo político quiere el bien para la Patria, que su acción siempre habrá de estar encaminada al progreso del país”. Y añadía: “Sabremos así qué fondo de bondad hay en cada uno y qué acción pretende desarrollar para salir adelante con los problemas que afectan a este pueblo. Sabremos qué piensa hacer cada partido para solucionar el problema de la pobreza que afecta a este pueblo; el problema de la producción; distribución de la riqueza; el de la ignorancia; de la inmoralidad. Conoceremos qué piensa cada grupo político sobre la función de las leyes y del derecho en la convivencia nacional y qué piensa sobre las garantías fundamentales del hombre y del ciudadano”. A cada partido político se le plantea el problema de cuál será su acción en la hora del triunfo y del poder, y de su capacidad para no subordinar sus principios y programas al logro de intereses personales y la soberbia y ceguera del poder conquistado. La política es acción serena, meditada y realista. La política no es improvisación, ni sacrificar el porvenir por el halago y el éxito transitorio. La política ha de interpretar, con lealtad, la voluntad del pueblo y a realizarla. Hay que impedir que un hombre o un grupo de hombres hagan un monopolio de verdad. Es necesario contar con una nueva Constitución, un nuevo Código de la Democracia y una nueva Ley de Partidos; no reformas, no enmiendas.

Jorge Enríquez Páez
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