Los culpables

La Organización Mundial de la Salud (OMS) está en el ojo del huracán. Pasó de ser la respetada autoridad, a la cuestionada autoridad. Y es que no puede quedar ajena de los problemas generalizados que ocasiona esta enfermedad “asesina”, llamada COVID 19, que apareció en China y que en cuatro meses está acabando con el mundo, en el aspecto vital, social y económico.

Se buscan responsables de esta pandemia. Entonces que cada uno asuma su parte de culpa. Y hay muchos. En mayor o menor grado. Primero el país del que salió el virus por no contenerlo en sus fronteras. La OMS por haber guardado información, tardarse en la divulgación de la alerta, y ser tibia a la hora de exigir la adopción de medidas. No se trataba de recomendar, sino de presionar u obligar a los países a evitar la propagación de la pandemia. Solo China y la OMS conocían la gravedad del tema.

Los Gobiernos en menor grado. Creo que hacen lo que pueden. Ni los más desarrollados tienen la fórmula mágica que nos libre de la muerte, de la enfermedad, del dolor y de la pobreza. Las medidas son copiadas de unos y otros. Para ver que da resultado.

Los ciudadanos también tenemos nuestra parte de culpa, por no respetar las normas impuestas. Es cierto que la mayoría de la población vivimos del día a día. Pero, por lo menos apliquemos el distanciamiento social y organicemos la semana para salir lo menos posible. La “viveza criolla”, en estas circunstancias está complicando el sistema de salud y afectando a “justos por pecadores”.

No esperemos que nos den todo. Aportemos con disciplina, respeto y amor a nuestras familias. No puede ser que incluso los casos de violencia doméstica se hayan incrementado, cuando es el tiempo de la reconciliación y de la solidaridad, empezando por casa.

El panorama es negro y desolador. Es una guerra, de la que tenemos que salir victoriosos.