Locos de remate

La línea editorial adoptada por los llamados medios públicos rompe no solo la lógica sino que demuestra una ceguera y fanatismo que afecta a todo el gobierno. Decir que Marcelo Odebrecht corrompiendo a funcionarios públicos de esta época lo que pretende es desprestigiar a los gobiernos progresistas, es de locos. Ya no tienen que decir y quedan peor. Los ladrones no tienen ideología y si están embarrados los autollamados progresistas es porque nunca tuvieron principios.

Gabriela Fierro
Quito