Lo que se va y lo que vine

Aprecio que para todos el fin de algo siempre conlleva en veces alegría, contrastando en otras que lo hacemos con tristeza, con dolor, con un sentimiento de pesar y hasta de nostalgia, razón para que, finalizando el 2017 justamente este domingo, esta mezcla de sentimientos se haga más patente en nosotros. Vamos a extrañar al año que se va?. Lógicamente que sí, por eso me refería que aceptamos su fin con nostalgia, pues como suele decirse no todo ha sido malo, ni todo ha sido bueno. Cumpliendo las leyes de la vida que humanamente tenemos que acatar, seres queridos se han marchado hacia la eternidad, los enfermedades no han estado exentas, mal entendidos que trastocaron verdaderas amistades, situaciones políticas chocantes, problemas sociales que se consideran sin una solución eficiente; en fin un cúmulo de acontecimientos que consideramos no merecer, que nos conduce a estimar que el año que se extingue amerita su fin, y ponemos nuestras esperanzas en el que viene, en el nuevo año, nos acomete un mundo de ilusiones, como alentarnos que será más próspero, hasta más generoso, que las dificultades, cualquiera sea su índole serán mínimas, en fin batallamos con estos ánimos contradictorios, quizá obviando recapacitar que la vida continúa su marcha inflexible, que el fin e inicio de una etapa anual tiene mas fin un significado espiritual, de creencias ancestrales o de arraigadas costumbres, de rituales consuetudinarios practicados en base a supersticiones, o porque astrólogos, científicos razonaron que los días debían ser regulados en etapas ordenadas, que concluyan, para luego reiniciar su marcha inflexible.

Lo importante es recibir un nuevo año con optimismo, pues lo contrario, esto es el negativismo, opaca toda la energía objetiva que necesitamos para que lo que nos proponemos se haga una realidad, que en las propuestas de mejorar en lo que hemos fallado las cumplamos no por compromiso sino por convicción de sentir que la vida debe ser un grato recorrido. Similar mis deseos expresados en mi artículo anterior, anhelo para ustedes queridos lectoras y lectores un año nuevo pletórico de triunfos y prosperidad.