Guido Favián Quirola

Algunas veces, hemos comentado como de la mano de, Marc Andreessen, un software de apuntamiento y click denominado “Navegador Web”, trajo los contenidos de la Internet de la obscuridad a la omnipresencia, empezando la era digital tal y como la conocemos hoy. Ahora, a distancia de un click, tenemos “cualquier” contenido en la red de manera casi instantánea desplegándose justo frente a nuestros ojos.

Hasta aquí todo bien, excepto que los contenidos en Internet, son un reflejo potencializado de lo bueno, lo malo y lo feo de nuestra sociedad, así es estimado lector, todo lo que “consume” nuestra sociedad, está sin ninguna restricción de público objetivo como contenido en la red, a veces infiltrándose en nuestros computadores con el fin de incrementar posibles consumidores de estos malos contenidos; cuál es el problema entonces, ya que tenemos suficiente criterio como para poder discriminar entre contenidos buenos y malos, el problema siempre serán nuestros niños, estas nuevas generaciones a las cuales se les presenta como en una sola película toda la esencia de una sociedad con todas sus virtudes y defectos. ¿Qué hacer entonces?.

Existen las llamadas herramientas de “control parental”, las cuales permiten filtrar contenidos con el fin de que un niño o adolecente pueda navegar con seguridad en Internet, manteniendo un historial de los sitios visitados, emisión de alertas para sitios potencialmente peligrosos, control de tiempo de uso de herramientas, bloqueo de redes sociales, geolocalización para dispositivos y un conjunto de herramientas que permiten poner una barrera de control entre los contenidos y el usuario del dispositivo electrónico.

Como siempre. No habrá mejor guía que el acompañamiento, dejar claro que ahora los límites en la era digital están fijados dentro de cada usuario de medios electrónicos, dejar claro que los contenidos pueden trastornar la mente de un usuario para bien o para mal a la distancia de un solo click!!!

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