Las islas

Franklin Barriga López

Al Archipiélago de Galápagos, la Unesco le declaró Patrimonio Natural de la Humanidad. Las razones para ello son abundantes y han servido, además, para que también se le reconozca como Reserva de la Biósfera, Santuario de Ballenas, sitio RASMAR para la protección de los humedales. USA Today, medio norteamericano, le ubicó en primer lugar entre los sitios que hay que visitar antes de morir.

En la reserva marina de las Galápagos, en agosto de 2017, el barco carguero chino Fu Yuan Yu Leng 999 fue detenido con 300 toneladas de pesca ilegal, con miles de tiburones que, debido a sus aletas, son tan apetecidos por los asiáticos. Este hecho causó alarma e indignación, porque fue prueba irrefutable del saqueo de los recursos naturales que ciertas compañías llevan a cabo.

Para evitar la acción de las autoridades ecuatorianas, estas empresas ponen sus barcos en el límite donde comienzan las aguas internacionales, para recibir allí grandes cantidades de pepino de mar, que también es muy buscado por los ciudadanos mencionados. Dicen los expertos que para este tipo de faenas aquellas flotas utilizan el método del palangre, que abarca una línea horizontal de varios kilómetros que puede contener diez mil anzuelos.

Este tema se reactualizó con la llegada de 245 embarcaciones (pesqueras y factorías) de bandera china, a los límites del mar territorial que rodea a las Galápagos. Dichas naves, señaladas como depredadoras del patrimonio ictiológico, merodean con fines conocidos. Frente a esa indeseable presencia, la Armada Nacional actuó de inmediato y desplegó corbetas misileras, buques auxiliares, submarinos, lanchas guardacostas y hombres armados para cumplir con su deber.

Es digno de reconocerse, como lo hago, este patriótico trabajo que defiende a nuestro país en sus recursos y soberanía.

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