Labores escolares

Pablo Balarezo

Las instituciones educativas, los docentes, han reiniciado sus labores escolares que son inmensamente productivas en la mente de sus discípulos, nuevas generaciones que se educan a través del proceso de la enseñanza aprendizaje con mentalidad crítica reflexiva, con responsabilidad de la herencia cultural que identifica al civismo, sus símbolos: la bandera, el escudo, el himno, trilogía sagrada que insinúa códigos de comportamiento, reglas formales de conducta, tradiciones, esencia de personalidad que justifica la frase del día: “En esta semana aprendí…Que el honor no hay que irlo a buscar EN ALGÚN TRIBUNAL se forja a cada minuto en la propia vida. Cultivar las virtudes, ética, moral y educación, eso lo tienes desde tu cuna y familia. ¡NO lo da ningún juez por una sentencia!” José Luís Espinoza Naranjo.


Es evidente la naturaleza de la ascendencia que nos recuerda en todo momento, a los maestros que explican su noble misión de entregar el conocimiento, honor, civilidad. De igual manera, inmortalizar a los prohombres de la patria chica, y, grande, por sus grandes enseñanzas de civismo, y, humanidad en el maremágnum de la discordia por la corrupción política, pues, muchos no quieren entender que la educación orienta, forma, comunica el conocimiento que incentiva el proceso de socialización con principios éticos que estructuran a la sociedad, al pueblo, para que logre una mejor calidad de vida social, y, política, logro humano sin afirmaciones tiránicas que enferman la mente del ciudadano, creando el apasionamiento que los transforma en sumisos, monopolio que desdibuja el chispazo racional de la conducta que cae en la obsolescencia, originando la involución que, retrasa la dinámica del progreso, de la educación, obstruyendo el logro de mejores oportunidades.