Remo Cornejo Luque
El pueblo no debe pagar la crisis y la corrupción de la década robada. Elevar el precio de los combustibles afectaría las condiciones de vida de los ecuatorianos ya que todo subiría de precios.
Adoptar este paquetazo, sin tomar en cuenta que el 60% de la población no tiene empleo pleno, que se encuentra en el subempleo y desempleo y que tiene ingresos menores a 387 dólares mensuales, es pasarle factura al pueblo de la crisis fiscal.
Al respecto el FUT y la UP proponen varias alternativas: a) Que se recupere lo robado de la corrupción del ‘correísmo’, es decir $ 60 mil millones. Solo en el caso de ODEBRECHT los sobreprecios en las obras a su cargo superarían los $ 800 millones, un valor similar al subsidio del DIESEL ($ 899 millones); b) Cobrar los impuestos a las empresas morosas que de paso obtuvieron ganancias superiores a los $ 9 mil millones (2017) y mantienen una deuda tributaria de $ 4.611 millones; c) Eliminar la intermediación petrolera para recuperar $ 480 millones al año, una cantidad equivalente al costo del subsidio del gas de uso doméstico ($ 468 millones); d) Aplicar un tope salarial al sector público para recuperar $ 600 millones al año si se establece que nadie gane más de 3.860 dólares mensuales.
Hay que recordar que los planes de ajuste neoliberal formaban parte de Alianza País. Correa el 3 de agosto de 2013 en el Enlace Ciudadano # 333 anunció el retiro del subsidio al gas a partir del 2016, cuando comiencen a operar las ocho nuevas centrales hidroeléctricas, el cambio a las cocinas eléctricas. Moreno continúa con esa política neoliberal aupada por el FMI y el BID.
El FUT se moviliza para frenar el ajuste neoliberal, las privatizaciones y la flexibilidad laboral que plantea el gobierno de Moreno. (O)