¡Impotencia…!

Roque Rivas Zambrano

Dolor. El vacío se instala en la boca del estómago. El frío recorre el cuerpo, como si las olas del mar más helado lo atraparan. El pecho siente la presión de mil bloques de acero sobre él. Las lágrimas se escapan, despacio, como en el principio de una fuga de agua.

Eso sucede cuando un evento te resta la esperanza. Cuando, por más de dos semanas, has anhelado que tus colegas vuelvan con vida y, en un segundo, circulan supuestas fotos de sus cadáveres, ensangrentados, en medio de tierra y hojas, en medio de la nada.

Se esperaba que se tratara de una “noticia falsa”, como la que difundieron los medios colombianos, el 28 de marzo, sobre la liberación de los tres periodistas, tras la presión de tropas militares de ambos países. Este rumor, que por instantes devolvió la tranquilidad a los ecuatorianos, resultó una especulación, que nunca fue verificada y que se viralizó a través de las plataformas digitales de periódicos y revistas.

La noticia está acompañada de otros indicios: el presidente LenÍn Moreno resuelve cancelar su participación en la Cumbre de las Américas para volver y dar una rueda de prensa en la que otorgó 12 horas a los secuestradores para que presentaran pruebas de vida de los secuestrados, caso contrario, anuncia que irá “con toda la contundencia, sin contemplaciones”, en contra de esos grupos del narcotráfico.

Estos hechos nos enfrentan con la impotencia. Pasaron 18 días y las instituciones pertinentes no fueron capaces de negociar y de tomar decisiones que preservaran la seguridad de tres ciudadanos que estaban ante el riesgo. Ante las imágenes de sus cuerpos sin vida hay un pronunciamiento oficial. Reina la incertidumbre y no queda más que exigir que el Estado haga su trabajo y vele porque no se dé rienda suelta a la impunidad…

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