Desde el título el reportaje era polémico: “Hospitales públicos dan a cada usuario una ‘planilla’ con el costo de su atención”. Recogía parte de un boletín del Ministerio de Salud que informaba “que cuatro hospitales públicos de Guayas y Santa Elena comenzaron a entregar ‘planillas’ a los ciudadanos luego de cada atención. Estas ‘planillas’ son una especie de factura para que la gente sepa cuánto ha invertido el Estado en cada caso”.
»Mi bienestar sólo es posible cuando reconozco mi unidad con todas las personas del mundo, sin excepción”.
Leon Tolstoi
Escritor ruso (1828-1910)
¿Cuál es el propósito? ¿Que el paciente se sienta eternamente agradecido por tanta generosidad del Gobierno? ¿Se pretende que tengamos como convicción que es imposible seguir en adelante con nuestra existencia sin los auxilios de un Régimen tan humanitario y filantrópico? ¿Se pretende que los ecuatorianos tengamos delante ese “gesto de amor y desprendimiento” del Estado correísta a la hora de votar?
Es deplorable que en no se le recuerde al paciente que el Ministerio de Salud Pública no hace más que cumplir con su obligación cuando lo atiende y la da medicinas. Se trata de lo que se conoce, en otros ámbitos, como “medicina prepagada”. Esos servicios cada compatriota los pagó previamente con sus impuestos, que en nuestros días no son pocos.
»La unidad de nuestros pueblos no es simple quimera de los hombres, sino inexorable decreto del destino”.
Simón Bolívar
Militar y político venezolano (1783-1830)
Con esas “facturas” se pretende afianzar en nosotros una idea de dependencia, se conculca algo esencial de nuestros sentimientos de libertad.
Hay maneras groseras de llevar adelante una campaña política, como cuando desde una camioneta se lanzaban camisetas o víveres. Esta de ahora es un tanto más “elevada”, pero en el fondo y la forma no deja de clasificar en esa categoría.