Escaramuzas

Enfrascados como estamos en el rigor de una de las peores crisis del país, agobiados por la paralización derivada de la infección del coronavirus y una galopante crisis fiscal, sin atisbar una luz al final del túnel, con una clase política enferma de ambiciones personales y de odio, vemos entonces cundir el pesimismo.

Dice el refranero, lleno del inigualable conocimiento que la experiencia provee, que “…cuando el río truena, piedras trae…”; los rumores crecen, los corillos populares, hoy patrimonio de las redes sociales, hablan de un distanciamiento entre el Presidente y el Vicepresidente. Acicalados por ese rumor empezamos a leer entre líneas los acontecimientos y hasta creemos convencernos de su verosimilitud. El Vicepresidente aparece menos en la televisión, la cobertura del aparataje informativo del gobierno es menor en cuanto a las actividades de él.

A esto, agreguemos la intervención en cadena nacional de la semana pasada del señor Sonnenholzner, en la que (en lo personal me dejó un sabor a despedida) en tono de explicación de su responsabilidad de cara a la pandemia del Covid-19, fue enfático en insistir que su tarea no ha perseguido afán político alguno; fue insistente en su reiterado discurso de que no será candidato en las elecciones del 2021. ¿Por qué estas reiteraciones?, ellas nos hacen pensar en que al menos existe preocupante celo en la cima gobernante.

El Vicepresidente, que no proviene de la fragua política tradicional, indudablemente ha causado al menos resquemor en quienes gobiernan, en los potenciales candidatos para los próximos comicios (de haberlos) y en aquellas que apuntan a un horizonte electoral más allá del 2021. ¿Habrá temor en el movimiento Ruptura de los 25 que maneja los hilos del gobierno?; las expresiones del Vicepresidente llamándole al trabajo y no al proselitismo a la señora Alcalde de Guayaquil, ¿habrá erizado cabellos en el Gobierno Nacional? Y claro que la popularidad alcanzada por el joven Vicepresidente debe haber, al menos, alertado al potencial candidato presidencial abogado Nebot.

Escaramuzas, codazos y muñequeos políticos para acomodar el tablero electoral, ensombrecen aún más el pesimismo nacional.